29 sept 2006

JUVENTUD: desafió para el desarrollo de política pública en el Paraguay (parte 2)

La realidad de la juventud latinoamericana y en el mundo está influenciada por la globalización, el neoliberalismo, con sus consecuencias de exclusión, pobreza, destrucción de valores, muy a pesar de los avances científicos, tecnológicos y de comunicación. Los jóvenes de los países no sobresalen como un grupo poblacional específico. La juventud está desorientada, no es reconocida como una fuerza importante e innovadora. Es por eso que la juventud se mantiene al margen de la sociedad. El modelo que fundamenta su regulación única en el mercado, hoy es un modelo en decadencia. Modelo perimido, pero vigente, pero cuyo modelo, sin embargo, ha incubado en sus mentes e influenciado comportamientos negativos en la juventud. La desesperanza y desmotivación apremia a los jóvenes. Toda energía juvenil está puesta en la lucha por la sobrevivencia, en una sociedad donde “los pobres son cada vez más pobres” y “los ricos cada vez más ricos”. La preocupación de nuestra juventud se vincula al desempleo, al analfabetismo, a la sub-escolarización, el SIDA, las drogas, el alcoholismo, la violencia, el desgano y marginalidad, prostitución entre otros. La juventud persiste como víctima secuestrada por los medios corporativos de comunicación que transmiten el consumismo como única salida. Por lo que resulta que los jóvenes sólo esperan obtener dinero como única razón de vida.

En Paraguay debemos ser muy conscientes de la necesidad de conocer a profundidad las premisas e identidades de la juventud, en todos sus aspectos; y que las mismas deben ser llevadas en cuenta para que puedan ser entendidas en las diversas interacciones humanas de la propia sociedad. Si no se conoce de qué juventud paraguaya estamos hablando, seríamos incapaces de elaborar –bajo diagnóstico participativo- un diseño de política juvenil, y mucho menos sabremos responder a los deseos y posibilidades de participación juvenil en las decisiones del Estado y gobiernos. Para contribuir a la formación de las nuevas generaciones es preciso conocer los mecanismos y actitudes de ese ciclo de vida, lo que facilitará a priorizar el desarrollo social de nuestra sociedad. También debe ponerse en resalte que la juventud está representada por sujetos cuyas singularidades se diferencian notablemente entre sí. (Juventud urbana, peri-urbana; juventud rural, con sus particularidades lingüísticas y culturales). En ese sentido, cambios constantes afectan a la juventud, sobretodo la manera de pensar, y en ese contexto, el adulto se ve obligado a reconsiderar sus posiciones y actitudes. El medio familiar, deportivo, escolar, cultural y ambiental y los medios masivos de comunicación están presentes en el interés de los jóvenes, pues refiere a la afirmación de la diversidad de las culturas juveniles. No se trata de considerar a la juventud como grupo compacto y homogéneo; por el contrario, hay que partir del hecho de su gran diversidad, debido a la naturaleza y realidades juveniles plurales, y a la amplitud de comportamientos posibles. Por ello es mejor hablar de: Juventudes paraguayas. La educación juega un rol preponderante en la comprensión de valores y los significados que propugnan. Es un grupo social que necesita calificarse para asumir su porvenir en el encause de responsabilidades familiares. La escuela, el colegio y la universidad se constituyen en espacios de socialización necesaria, donde se desenvuelven lazos comunes, se establecen las diferencias y particularidades, proyectándose como grupo generacional y con sentido de pertenencia. La incomprensión e incomunicación que existe entre el joven y el adulto, como también la crisis profunda que aparece en el interior de las familias, y sus consecuentes desgarres, adviene principalmente por el hecho del resquebrajamiento de la figura del padre (adulto) como figura paradigmática representando un indiscutible poder. Eso ha cambiado, y el cambio se profundiza. Debemos estar muy atentos a esos cambios, pues en muchos de los casos toman un giro y dinámica no antes vivida por la sociedad.

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