14 jul 2008

TODA LA CULTURA PARA TODOS

PARAGUAY

PROGRAMA DE ACCIÓN

Por Guillermo Sequera

De conformidad con los resultados que emergen de la victoria electoral de Fernando Lugo, el 20 de abril pasado, los trabajadores, artistas, creadores y participantes del quehacer cultural, -en sus aspectos más amplios- de la sociedad paraguaya y que hacen referencia a la vida, deseos y necesidades humanas y materiales del Paraguay, consideran,

1. De suma importancia, convocar a todos los sectores, bajo la denominación de Foro Cultural, de manera a trabajar en el desarrollo y definición de ejes estratégicos que sugieran propuestas relativas a actividades que podrían realizarse en el marco del nuevo gobierno; entre otras inscritas en los encuentros que fueran realizados con anterioridad y principalmente inspirados en el llamamiento de “La Cultura en Primer Lugar”; la función de las diferentes instancias así como las estructuras y los mecanismos que podrían establecer para garantizar la coordinación general de la ejecución del programa político de la cultura a nivel nacional.

2. Conviene recordar, cinco objetivos principales se tienen en cuenta, a saber:

· Reconocer la cultura como punto focal de desarrollo;

· Reforzar y prosperar a favor de las identidades culturales;

· Identificar y movilizar todos los recursos materiales;

· Propulsar una amplia y real participación ciudadana en la vida cultural;

· Emprender una efectiva cooperación cultural regional e internacional.

3. El documento se concentra en estos grandes objetivos, en los problemas a los que corresponden, así como a las orientaciones y las acciones prioritarias propuestas en cada uno de ellos. Habida cuenta de la gran diversidad de temas a tratar, así como a las instancias que pueden participar en el Programa de Acción. Se entiende que todo emprendimiento a un programa exhaustivo de aplicación política, dependerá del proceso participativo en sus contribuciones creativas y su definición de objetivos y actividades a ser realizadas en el tiempo y disponibilidad de recursos. En consecuencia, hemos procurado presentar un plan rector de gobierno que comporta orientaciones generales y tipos de acción, con lo cual el proyecto exhibe un carácter abierto y flexible. A medida que se acreciente el Plan de Desarrollo Cultural del Gobierno en el Paraguay, las instancias sociales, culturales y administrativas y las organizaciones interesadas, podrán elaborar, debatir y ejecutar programas de actividades concretas, pues más allá de las esferas de competencia de cada sector, lo que está en juego en el esta nueva etapa de Nuevo Gobierno es de importancia para toda la comunidad de la Nación paraguaya.

PROGRAMA DE ACCIÓN

4- A ese propósito, las reacciones decididamente positivas de los participantes del Foro Cultural, en particular, así como la calidad de las múltiples propuestas formuladas por aquél, confirman que su contribución será determinante para la ejecución del programa de acción.

5- El programa de acción, constituye un insumo, que se pondrá a punto teniendo en cuenta los comentarios que quizás deseen formular, a partir del 15 de Agosto del 2008, el nuevo equipo político elegido para asumir responsabilidades de la Secretaría de Cultura y nuevos miembros del Consejo Asesor de Cultura, y de la capacidad organizativa, proponente, participativa y consciente del rol protagónico a ser ejercido por todos los ciudadanos. Ese deseo responde a una doble preocupación cuyos distintos aspectos son complementarios: por una parte, la preocupación de atender más a la dimensión cultural en los procesos de desarrollo y, por otra parte, la de estimular las aptitudes creadoras y la vida cultural en su conjunto.

6- Para recoger esta primera preocupación, se procura con el Programa de acción fomentar el establecimiento de políticas, estrategias y proyectos de desarrollo que tengan en cuenta la dimensión y las finalidades culturales que entraña toda transformación económica y social, así como la necesidad de garantizar la formación de recursos humanos adecuados para la gestión cultural y la sensibilización a esos efectos de los decisores y de la opinión pública paraguaya.

7- La segunda preocupación atañe a la esfera de la cultura propiamente dicha. Se trata de alentar a los diferentes sectores de gobiernos a definir o fortalecer sus políticas culturales y a movilizar los medios encaminados a ponerlas en práctica. En este marco, las metas consisten en fomentar la salvaguarda y revalorización del patrimonio, preservar los valores espirituales, sociales y humanos fundamentales en que se basa la vida de las diferentes sociedades, estimular las actividades culturales como expresión de las identidades, mejorar el acceso de la ciudadanía a la vida cultural y su participación en la misma, favorecer la plena expansión de la creación y de la creatividad y fortalecer los intercambios y la cooperación cultural.

8- El objeto de esas propuestas es hacer frente a los grandes retos nacionales: lucha contra la pobreza y contra la destrucción medio ambiental, humana y cultural. Estas propuestas están encaminadas a sensibilizar a todos los agentes del desarrollo económico, social y cultural, en los planos nacional, regional e internacional, acerca de la importancia que la cultura tiene en la vida de los pueblos y el progreso de las comunidades, así como sobre la función que la solidaridad cultural regional e internacional desempeña como factor de enriquecimiento mutuo y comprensión.

9- Una orientación común caracteriza esos cinco objetivos, de conformidad con el espíritu mismo que anima al proyecto: la idea de que el desarrollo no debe concebirse sólo en términos de progreso tecnológico y de crecimiento económico, sino también como un conjunto de actividades que apuntan a garantizar el mayor bienestar de las sociedades, la plena expansión de sus culturas, el fortalecimiento del sentido de los valores humanos y sociales que constituyen su estrato más profundo, la participación efectiva de las poblaciones en su propio progreso y una apertura más amplia hacia las demás culturas.

10- La toma de conciencia acerca de esos desafíos es el resultado de las rápidas y profundas mutaciones que el progreso de la ciencia y de la técnica, en particular en las esferas de la comunicación, la información y la biotecnología, imponen a los países en desarrollo. En ese contexto, la educación, la comunicación y más aún la cultura adquieren un significado y un alcance inéditos en la búsqueda de un futuro en que cultura, ciencia, tecnología y desarrollo restablezcan su profunda unidad, brindando al ser humano todas las posibilidades de expansión y a las sociedades, la capacidad de progresar en armonía.

11- Es cada vez más evidente que una de las principales razones del fracaso de muchos proyectos de desarrollo radica en su falta de adecuación a las condiciones del medio natural cultural, así como a la situación, las necesidades y las aspiraciones de las poblaciones interesadas. En efecto, no faltan los ejemplos de proyectos bien concebidos técnicamente pero que concitan un fenómeno de rechazo o no sacuden la indiferencia de las poblaciones interesadas porque en su concepción no se han tenido en cuenta las características esenciales del medio o se han ignorado los valores movilizadores que esas poblaciones conservan en su seno. La felicidad no puede introducirse desde el exterior: sólo puede ser el fruto de una acción consciente, dimanante de la voluntad y asumida por poblaciones que conocen los problemas que deben enfrentar y aceptan de manera voluntaria asumirlos plenamente.

12- El análisis de las políticas de desarrollo en los últimos veinte años en el Paraguay, ha mostrado los puntos muertos a lo que conduce el concepto de desarrollo fundado en el solo criterio del crecimiento cuantitativo y material, sobre todo con las políticas de alta inequidad y exclusión social. Ese balance reafirma el principio de que para llevar a cabo cualquier empresa innovadora es primordial tomar en consideración los factores culturales y que el desarrollo cultural no sólo es la contraparte cualitativa del desarrollo económico y social, sino que constituye la verdadera finalidad del mejoramiento de las condiciones de vida para la gran mayoría. En ello, la participación activa de los interesados en la concepción y ejecución de los proyectos constituye un factor determinante de su éxito.

13- Sin subestimar la importancia de la creatividad y de la creación como reflejos del talento humano, el desarrollo cultural se basa en una noción amplia de la cultura que también abarca el comportamiento del ser humano, la visión que tiene de sí mismo, de su sociedad y del mundo exterior. En esa perspectiva, se reconoce cada vez más que la cultura en general, más allá de los planos intelectual y artístico, es asimismo –y, sin duda, ante todo- una manera de ser, de percibir y de percibirse, una manera de sentir, de expresarse, de crear, que caracteriza la originalidad profunda de cada sociedad. De modo que los grandes desafíos, con que se enfrentan las sociedades en Paraguay sólo se podrán aprehender y resolver plenamente y de manera integral teniendo en cuenta el conjunto de los factores culturales y humanos que fundan su identidad.

14- En el plano Regional latinoamericano, y principalmente en el ámbito geográfico de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), abre un capítulo auspicioso para la confederación de esfuerzos en la solución de problemas compartidos. En dicho ámbito regional, las historias y culturas compartidas constituyen puntos comunes que no deben ser subestimados. Y, en el plano internacional, las interdependencias, hoy reconocidas, no han creado las solidaridades que entrañan. Por el contrario. Sin duda ello se debe a que la percepción que el ser humano tiene de sí mismo y del otro aún está signada por nociones superadas, modelos rígidos, prejuicios. Sólo una cooperación confederada basada en el respeto de las diversidades culturales en la aceptación de la igual dignidad de las culturas y en el conocimiento mutuo de las diferentes culturas permitirá que la mentalidad del ser humano evolucione hacia una apreciación más justa de sí y más justa del otro.

15- El número y la variedad de actores y esferas comprendidos en el proyecto así como su duración, no permiten presentar por el momento una estimación de las repercusiones financieras de la operación; pero se estima de alta pertinencia la identificación de recursos materiales necesarios, la reprogramación presupuestaria para el ejercicio financiero entre el 2008 y el 2009; así como la posibilidad de desplazar porcentuales aceptables en el Presupuesto General de la Nación y la posibilidad de integrar los Royalties de la Itaipu Binacional, de la Yacyreta Binacional, para dotar financieramente a la Dimensión Cultural el lugar que le corresponde.

16- El proyecto propone pues iniciativas entre las cuales cada participante, o grupo de participantes podrá aplicar las que le parezcan mejor adaptadas a su situación y a sus opciones, a sus esferas de competencia y a sus medios propios. Más aún, llevando en cuenta el deseo de trabajar en el desarrollo de una nueva constituyente para el 2009. También implican el fortalecimiento de la cooperación intelectual en el plano Regional transfronterizo e internacional. Al mismo tiempo, estas modalidades de acción no se pueden separar; así, la investigación y la formación cultural de recursos humanos deben preceder, acompañar y prolongar los propios proyectos.

17- Teniendo en cuenta estas observaciones, es posible identificar las siguientes modalidades de acción:

Las actividades experimentales y los proyectos piloto, que tienen un valor dinámico en la medida en que producen efectos multiplicadores; permiten al mismo tiempo comprobar la validez de las hipótesis teóricas y afinar los métodos de trabajo, en el tiempo y espacio a ser considerados;

I. RECONOCER LA CULTURA COMO PUNTO FOCAL DE DESARROLLO

18- La comunidad paraguaya reconoce cada vez más la necesidad de que la cultura se sitúe en el corazón del desarrollo, la vida comunitaria y a la calidad de las relaciones humanas y de las vivencias cotidianas. En el Paraguay, se manifiesta cada vez con mayor claridad una preocupación por conjugar el progreso, la justicia y la solidaridad en el respeto de los valores culturales propios de cada pueblo. Para ello, se procura con el Programa de Acción fomentar el establecimiento de políticas, estrategias y proyectos de desarrollo que tengan en cuenta la dimensión y las finalidades culturales que entraña toda transformación económica y social, así como la necesidad de garantizar la formación de recursos humanos adecuados y la sensibilización a esos efectos de los decisores y de la opinión pública general.

II. REFORZAR Y PROSPERAR A FAVOR DE LAS IDENTIDADES CULTURALES

Presentación del problema

19- Una de las características fundamentales de la evolución actual de las sociedades es el cuidado por preservar los rasgos de su identidad cultural y de impedir la erosión de algunos de sus valores, frente a las amenazas de estandarización de los gustos y los modos de vida a las que se ven expuestas bajo el impacto de modelos exógenos que se benefician además de una publicidad a menudo desmesurada. Esta inquietud se une a la dificultad con que tropiezan ciertos pueblos – por razones históricas, políticas o económicas- para que se reconozca su personalidad.

20- Además, el patrimonio cultural, está cada vez más expuestos a riesgos de degradación, bajo el efecto de la urbanización desordenada, la contaminación, las condiciones climáticas. En cuanto al patrimonio no material, algunas expresiones culturales también parecen amenazadas. Por último, el patrimonio natural sufre atentados sin precedentes, que puede ser irreversibles.

21- Pero la conservación del patrimonio no debe confundirse con una visión estereotipada de la vida de las sociedades y de su identidad cultural. La inquietud por realizar una mutación creadora de las culturas, sea por su propio dinamismo, sea por un enriquecimiento voluntario y por aportes del exterior en función de los logros culturales y las necesidades locales, es común a todas las sociedades: la afirmación de las identidades culturales no está en contradicción, muy por el contrario, con la apertura de cada cultura a las demás; en efecto, toda cultura aislada correría el riesgo de perder su vitalidad.

22- A este respecto, cabe destacar la importancia de la cultura científica y técnica moderna y la necesidad de que toda sociedad ansiosa de progreso la domine perfectamente. Pues de lo que se trata es de hacer avanzar los valores éticos y estéticos al mismo ritmo que las mutaciones tecnológicas, mediante el aumento y la ampliación de las libertades y de los derechos humanos, a fin de que la universalización del conocimiento actúe como un fermento para la plena realización de las identidades nacionales y la expansión de la comunicación intercultural.

III. IDENTIFICAR Y MOVILIZAR TODOS LOS RECURSOS MATERIALES

El número y la variedad de actores y esferas comprendidos en el proyecto así como su duración, no permiten presentar por el momento una estimación de las repercusiones financieras de la operación; pero se estima de alta pertinencia la identificación de recursos materiales necesarios, la reprogramación presupuestaria para el ejercicio financiero entre el 2008 y el 2009; así como la posibilidad de desplazar porcentuales aceptables en el Presupuesto General de la Nación y la posibilidad de integrar los Royalties de la Itaipu Binacional, de la Yacyreta Binacional, para dotar financieramente a la Dimensión Cultural el lugar que le corresponde.

IV. PROPULSAR UNA AMPLIA Y REAL PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA VIDA CULTURAL

Es de alta conveniencia emprender a democratizar los medios y los instrumentos de acción cultural a fin de que todos los individuos puedan participar plena y libremente en la creación de la cultura y en sus beneficios, de acuerdo con las exigencias sociales. Además, considerando como elemento determinante la participación en la vida de la sociedad, se recomienda preconizar una serie de medidas legislativas, reglamentarias, técnicas, administrativas, económicas y financieras para alcanzar objetivos para que un mayor número de personas participen en la vida cultural. Convendría, elaborar métodos y programas de formación destinados a agentes polivalentes. La participación en la vida cultural, en el plano de los valores, de la participación de todos en la vida pública y en el desarrollo de las culturas es la traducción necesaria para la construcción de una nueva sociedad. De ahí, el ejercicio efectivo de los derechos culturales, implica el advenimiento de una auténtica democracia cultural. Tanto en el plano individual como en el colectivo, la participación puede constituir un factor de creación e innovación, de conocimiento y de libre expresión de sí mismo y propender a nuevas formas insospechadas de artes. El ello, ayudará a clarificar el protagonismo de los artistas y creadores en la vida de la sociedad paraguaya y reconocerles el lugar que les corresponde. La creación, entre otras actividades humanas, es la que mejor expresa una cultura y asegura su porvenir social.

V. EMPRENDER UNA EFECTIVA COOPERACIÓN CULTURAL REGIONAL E INTERNACIONAL

La cultura puede jugar un papel determinante en el establecimiento de las relaciones más equilibradas y equitativas entre el Estado paraguayo y los demás Estados. Y en ese sentido la cultura plantea a nivel de la cooperación internacional nuevas formas de solidaridad, basadas en nuevas formas de diálogo intercultural que deberían afirmarse entre las naciones.

Orientaciones y acciones prioritarias

Los fundamentos culturales en las relaciones deben ser profundizados en su consideración y análisis, llevando en cuenta al Paraguay en un nuevo orden de equilibrio mundial con las diversas regiones del mundo de manera a proyectar una mayor jerarquización paraguaya hacia el exterior. Se deberían intensificar los intercambios y encuentros a nivel transfronterizo y en el ámbito sudamericano entre creadores, intelectuales, comunicadores sociales, educadores, investigadores, jóvenes, estudiantes y favorecer la dinámica y movilidad de docentes. Podrían crearse redes de hermanamientos entre centros educativos y culturales, las bibliotecas, archivos y museos. En ese sentido, se debería sensibilizar y formar sistemáticamente al personal diplomático cultural y a los agentes de organismos de cooperación en las especificidades culturales y de sus medios de trabajo.

7 jul 2008

INDIA : GIGANTE DEL SEGUNDO MILENIO

‘La patria de la lozanía de las almas’


Por Guillermo Sequera


Hay un pez sobre la cítara de Ravi Shankar,

Muy parecido a un pescado, y más aún todavía;

Su ojo, henchido de lágrimas, lleva la forma de sílaba mística.

Vinda Karandikar

Sin embargo los ríos

martires como el Ganges nacieron

De su vejiga

Vinda Yashaschandra

Desde hace siglos, la India ejerce una atracción muy particular sobre los viajeros occidentales. Es el país que fascina, que atrapa, que enloquece. Los grandes pensadores, escritores, artistas, poetas, músicos, cineastas, se han volcado a la India como en un viaje iniciático. Rudyard Kipling, Hermann Hesse, Henri Michaux, André Malraux, describen sus experiencias de vida en la India, o exaltan la pujanza de la espiritualidad hindú. Y quién no fue perturbado ante la creación mundial en Paris de 1985, cuando Peter Brook, lleva a puesta en escena el gigantesco poema épico de más de cien mil versos: “Mahabharata”. Texto venerado por la cultura hindú. El Mahabharata es considerado como una gran obra humana, transmitido oralmente por muchas generaciones, originado en el siglo V antes de J.C. El pensamiento hinduista conquistó al mundo occidental. Basta recordar, al movimiento hippie, a los Beatles, a Martin Luther King. El combate de Ghandi y su doctrina de la no-violencia, o de su desobediencia civil, ganaron un inmenso suceso en los movimientos contestatarios de 1968. La cantidad de adeptos occidentales son incontables. En Paraguay el poeta más conocido, el más popular, el más leído, después de M.O. Guerrero, es un hindú, premio Nobel de literatura en 1913: Rabindranath Tagore (1861-1941). En los últimos años, en Asunción, surgieron muchos grupos que comparten cada semana la práctica mística del yoga. Wal Mayans, talentoso creador, patrocina la tradición teatral Katakali de la India del sur en sus creaciones. Sicólogos y sexólogos paraguayos advierten a sus pacientes, sobre las bondades eróticas del Kama-sutra del siglo IV antes de Cristo, como el mejor tratamiento para conciliar una larga vida, con el gozo que depara el amor en el ‘cantar de los cantares’.

India, Estado del Asia, constituida en República federativa: Unión India. La India lleva unos 5.000 años de cultura, de historia. Posee, 3,3 millones de kilómetros cuadrados, donde el 72% de la población vive en zonas rurales, en medios bio-geográficos los más diversos: montañas himalayenses, grandes extensiones de valles fértiles, desiertos y bosques, tierras de cultivos de arroz, de trigo, de millo. El hormigueo de la densidad poblacional dio nacimiento a megalópolis: 34 ciudades cuentan con más de un millón de habitantes. Un mil millones de habitantes (considerada la segunda población mundial, después de la China). El país está conformado por 28 estados. La India es considerada Gigante del Segundo Milenio. Los analistas de políticas internacionales pronostican que en el 2.050 la India será la tercera potencia económica mundial. Al mismo tiempo, es una potencia en recursos tecnológicos y de alto nivel científico. La India, hoy, es ya una potencia nuclear, lo que le permite un protagonismo de disuasión multipolar. Por el otro, la India es un mosaico de religiones; muchas de ellas, basadas en el llamado ‘misticismo indio’, han ganado la adhesión de sociedades industrializadas. En la India, el hinduismo representa el 80%; la musulmana 12%. También cohabitan el sincretismo, y cristianos del sur. Los llamados ascéticos, cuyo pensamiento se encuentra en paralelo al budismo; los ascéticos son desprovistos de divinidades. Existe una pequeña comunidad judía que habita la India hace dos mil años, quienes huyeron de Jerusalén invadida por los Romanos. Los judíos ‘sefarditas’ expulsados de España en el siglo XVI se unieron a los primeros. Así mismo, los parsis de origen persa, migraron a la India en el siglo VII. Por último, están los Budístas, que viven y practican su religión desde el siglo X, basada a la ética más que en la metafísica, y la vivencia de la serenidad, de la meditación y la compasión.

La India constituye un reservorio cultural de aproximadamente 826 lenguas o idiomas secundarios, donde son reconocidas 17 lenguas oficiales y registra 13 alfabetos diferentes, incluyendo el alfabeto latino. Sin embargo, debido a la influencia colonial del imperio británico sobre la India, luego de su independencia en 1947, liderada por Mahatma Gandhi; el inglés se posiciona como lengua de comunicación, hablado por 100 millones de personas. Los Estados de la India fueron reorganizados, al principio, teniendo en cuenta las tendencias de fronteras lingüísticas, aunque por desplazamientos de poblaciones autóctonas muchas lenguas nativas, como el sindi, se encuentra dispersa por todo el territorio. Igual ocurre con el urdu, lengua nacional en Pakistan vecino, en la India es segunda lengua oficial de varios Estados. Lo mismo ocurre con el bengali, lengua oficial del Estado d Bengala es también lengua nacional de Bangladesh.

Conocer la India, aproximarse a ella; es una manera de fomentar la apreciación mutua de las culturas, contribuyendo a dilucidar y a vencer los obstáculos que se oponen a una auténtica comprensión intercultural. En la región latinoamericana: México, Perú, Venezuela, Brasil, Argentina, Chile, desde la década de los ochenta han tomado iniciativas de fortalecer las relaciones con la India. Brasil, con su llamado “Global Player” ha establecido puentes estratégicos de cooperación con la política hindú, en diferentes dominios; lo que para ambos constituyen beneficios considerables. Desde el 2005, Paraguay ha establecido un inicio en las relaciones, habría que ampliar la cooperación. La cultura es el tema axial en la cooperación. ¿Por qué no recordar? “El “Arco y la Lira” de Octavio Paz, escritor mexicano, en cuyo ensayo cincela la potencia de la cosmovisión hindú. Es eso, el orden del mundo y el concepto del equilibro hindú, el ‘dharma’, fue lo que impactó a los creadores. Orden cósmico que mantiene toda cosa en cada lugar del universo. En su interior se ubican los tres mundos: el Cielo, la Tierra, y el Infierno. Si el dharma se encuentra en dificultades, la Tierra de desploma. Sin embargo, el dharma, posee cualidades a repeler, pues la Tierra es el espacio de combates y de crisis. No es fruto del azar si el dharma es el padre del primero de los cinco hermanos Pandava, quien se engendra en el estado del yoga. Por eso mismo, para conocer la India, es mejor retornar a la literatura, el teatro, la música y el cine hindú. Además de los textos de el escritor de origen hindú Vidiadhar Suraprajprasad Naipaul (premio Nóbel de literatura 2001). Es buena iniciativa volcarse a nuevos artistas hindú como: Mahasweta Devi, Raj Kamal Jha, Narendra Jadhav. Entre tantos creadores, no olviden de buscar a Satyajit Ray, el más grande Director de Cine hindú, del Estado de Kerala, de cuyas obras podemos recordar su trilogía: Pather Panchali (1955); Aparajito (1957) y el Mundo de Apu (1960). Otra de sus obras maestras es “El salón de Música” (1959). Ray, supo proyectar la tradición del cine bengalí, lo mejor de la India; relacionando la perfección plástica con la sensibilidad humana. Ray, conocedor de su realidad, y de rara sabiduría cinematográfica, llega revivir a sus personajes en un marco de tradición y en contacto con una realidad social. El arte y la creación de la India milenaria, es recurso necesario para salir del atolladero de las trivialidades; de la cotidianeidad en lo pueril y lo anodino. Conocer la India es reconocernos a nosotros mismos. La India lejos, pero cada vez más cerca de Paraguay.



EL ARTISTA DE LA REVOCACIÓN FEMENINA

Por Guillermo Sequera



De paso por Paris, se apareció de sorpresa la Carmen Dora, acompañada por su bella hija redondita. “Siempre fuiste redondita”, le recordaba. La Carmen Dora, paraguaya de pura sepa, y para que todos sepan, pone enfático orgullo a considerarse miembro de la “trouppe” originaria de los “Perez Porâ” o de los “Perez Porâite”; echó a andar su menudita figura por los museos parisinos. La Carmen Dora hubiera podido pasar a la historia de los retratos femeninos, si Leonardo naciera en Paraguay. Pero no ocurrió así, ni hubiera podido ser; fue al revés. Fue ella misma quien dedicaría su precioso tiempo a posar embelesada frente a la Gioconda, para observar detenidamente su tierna sonrisa femenina, como mirándose a un espejo. Al misterioso espejo de Don Leonardo. “Mira el rostro, mira la mirada de la Gioconda, puedes desplazarte desde cualquier ángulo y verás que la Gioconda te mira detenidamente”, expresaba en una de las salas del Museo del Louvre en París, ante una de las obras más representativas y enigmáticas del arte europeo renacentista, haciéndose paso en medio de un grupo de apretujados turistas por ver la obra. Su autor: Leonardo da Vinci, pintor, arquitecto, escultor, ingeniero y teórico italiano. El artista se sitúa en el contexto del renacimiento, donde Italia es el motor y la ciudad de Firenze su punto central de irradiación, entre 1480-1500, fin del Medioevo y arranque del Renacimiento; entre la declinación del humanismo medieval y el preludio de una nueva cultura; donde (según los historiadores) coinciden: sincretismo singular; tomismo y neo-platonicismo, empirismo y nominalismo. No es fruto del azar, si el re-descubrimiento de la verdadera figura de Leonardo da Vinci se posiciona a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En esos años precisamente, el pintor Marcel Duchamp (1887-1968), busca su propia vía personal. Entre 1890 y 1915 se produce la crisis que irrumpe la interpretación del corpus da Vinci. Al mismo tiempo en que la “leyenda” toma lugar, (casi en forma desmedida), aparece en el arte la corriente simbolista. Quisiéramos rememorar aquí sólo algunas obras esenciales que marcan el re-descubrimiento, y sustentan la leyenda Leonardo da Vinci: Walter Pater, 1873; Muntz 1899; Mérejkowsky, 1901 con su reconocida “Novela de Leonardo da Vinci”; Freud “Un recuerdo de infancia de Leonardo da Vinci”, 1910; Paul Valéry “Introducción al Método de Leonardo da Vinci”, 1894, y “Nota y digresión” en 1919”; y E. Panofsky “El Código Huyghens y Leonardo da Vinci. Arte y Teoría”, 1940. En el Renacimiento, son los artistas los grandes protagonistas sociales de la época; los que establecen una verdadera, profunda y amplificada permutación. Para Leonardo da Vinci el arte era la “cosa mentale”: el arte como plataforma liberadora del espíritu. El tema axial del Renacimiento es el humanismo en todas sus formas, a través del descubrimiento y propagación de ideas, expresiones y formas del patrimonio greco-latino, el retorno a los antiguos pensadores y, donde lo humano, es la sustancia principal de inspiración. Es poco decir que el impacto del Renacimiento y sus luces arriba hasta nosotros. El Renacimiento es siempre considerado motivo de reflexión y análisis sobre el quehacer de los representantes más dignos del arte y la creación. Entre aquellos artistas se encuentra Leonardo da Vinci, quien nace en Vinci en 1452, y muere en Le Clos-Lucé, cerca de Amboise en 1519. De muy joven, se inicia en la pintura y al arte decorativo. Su padre lo inscribe en 1469 en el taller del orfebre, pintor, y el más grande escultor del renacimiento florentino: Andrea del Verrochio, de quien aprende el arte del retrato femenino. Leonardo se afirma en el talento de la pintura en 1472 al ejecutar el ángel del lado izquierdo del Bautismo de Verrochio, de la misma manera la Anunciación impregnada por el sello de su maestro. En 1480, da Vinci se considera “Hombre universal”, y decide de poner a disposición su sabiduría al servicio de príncipes. Trabaja sucesivamente bajo la tutela de Ludovico il Moro a Milán (1489-1499); por la República Florentina (1500-1506); y más tarde se somete a las órdenes de príncipes franceses, entre ellos François Premier, rey de Francia (1506-1512). Luego de una estadía por Roma (1513-1515) donde por esos tiempos dominan los talentosos artistas, Rafael y Michelangelo. En su actividad a favor de principados se dedica y desarrolla su talento en tanto que ingeniero militar y organizador en las puestas de escenificación de fiestas y ceremonias principescas. De hecho, el sentido de la aguda observación de Leonardo, basada en una aproximación analítica llevando muy en cuenta el equilibrio de fuerzas y a la búsqueda, siempre, de resolver los problemas de dinámicas, le permite perfeccionar diversas maquinas industriales (textiles), armamentos militares, y aparatos a desplazar o levantar bolsas. Esta técnica práctica, es la conclusión y desarrollo de una concepción genial de la naturaleza, cuyo origen deriva de la teorización de diversos elementos y de la analogía entre el microcosmos y el macrocosmos (“la naturaleza no es más que un ser vivo gigantesco” escribía). Debemos destacar que la creatividad de Leonardo da Vinci se sitúa en una serie de sorprendentes anticipaciones (maquinas voladoras, escafandras para buceadores); en ese marco anuncia la llegada del “vitalismo” de un Paracelse quien propone su teoría medical basada en la alquimia de correspondencias y analogías entre el cuerpo humano su entorno próximo y el cosmos. También debemos resaltar que el positivismo empírico de Leonardo, edifica en su actividad intelectual conforme y cerca de los principios del aristotelismo entroncado con el “dominio sucesivo de objetos particulares” que, al platonismo, más preocupado por la “unidad primera”. De todas formas, su referencia es constante en las matemáticas como “paradigma absoluto de toda sabiduría” a cuyo conocimiento arrima un empirismo instaurador. Sin embargo, su resultante en la concepción de técnicas y aparatos por su original aproximación se sitúan dependientes en relación a la sistemática de Leonardo, quien persigue a elaborar una ciencia de lo “visible” sometida a la representación. De manera genial, integra ciertas conclusiones científicas donde el punto de arranque es simplemente la observación, para volcar su gran talento en ése ida y vuelta, del mundo físico a la pintura, lugar ideal hacia el cual convergen todas las manifestaciones de su sabiduría. El desarrollo reflexivo sugiere en definitiva que la idea es superior a la realización, en su Tratado de la Pintura explica sobre el punto: “Cuando la obra del pintor se pone a nivel del entendimiento; cuando la obra sobrepasa el entendimiento, es mucho peor, al ocurrir cuando alguien se sorprende de haber hecho bien; y cuando el entendimiento sobrepasa la obra, es signo de perfección, y si el autor es joven, con tal disposición del espíritu, se transformaría en un maestro excelente. Produciría sin embargo pocas obras pero que serán de calidad, y las personas contemplarían al detalle, para considerar con estupor las perfecciones” Un trabajo lento e invisible, que para los ojos del profano puede pasar como una ausencia de trabajo por relacionamiento al espíritu, pero que pone sentido al afirmar la habilidad práctica y la habilidad de la mano, que concluye en un “mecanismo de fascinación” por los funcionamientos secretos del mecanismo mental, el de ubicarse en el punto fundamental de la creación del espíritu; un infinito de reflexiones y de análisis, prodigio de continuidad de ilusión creadora y fecunda. Para Leonardo, en la pintura se presentan tres aspectos de importancia: lo pictural, lo gráfico y lo especulativo. En el dominio puramente pictural, experimenta nuevas materias, las que no logran su mayor éxito, aunque dedica tres años a la obra (alteración extrema de la Cena de Milan, 1495-1497. En esa misma línea lleva a cabo el refectorio de Santa Maria delle Grazzie. Sus estudios gráficos –como es de esperar de un gran artista universal- se sostenían por notas y pensamientos precedentes emprendidos con mayor cuidado, de manera a obtener la realización exitosa en cada obra. En sus estudios por Leda, por ejemplo, obra desaparecida pero descubierta por la existencia copias antiguas, según la opinión de los estudiosos de su obra, están acompañadas por verdaderos pensamientos filosóficos sobre el misterio de la concepción; diseños sobre el organismo femenino, los que se constituyen en verdaderos motivos para desarrollos de estudios biológicos; como los dibujos de flores, o la cabellera derramada sobre el cuerpo; así también esquicios de rostros; son el indicador de la sensibilidad del artista hacia el mundo de las plantas y de la anatomía humana. Desde 1490, Leonardo superpone su actividad pictural a una profunda reflexión teórica, refrendada en su conocido “Tratado de la Pintura”. Nos vemos tentado a reproducir un juicioso y sorprendente comentario de Leonardo da Vinci en su folio II de su tratado sobre la descripción de “un ejemplo de una mano en movimiento”, el, escribe: “Toda amplitud continua es divisible al infinito. El ojo que observa la mano y se desplaza de a en b determina un espacio a-b teniendo una amplitud continua y por consiguiente divisible al infinito. En dichos movimientos se puede distinguir una cantidad de aspectos como movimientos parciales. Esa mano presenta una infinidad de aspectos donde ninguna representación podría agotar el número. De la misma manera podríamos señalar cuando la mano, en lugar de bajar de a en b se levanta de b en a”. Y más adelante, concluye: “Toda acción humana demuestra un número infinito de aspectos”. La intuición luminosa de Leonardo da Vinci expone la cuestión crucial de sistemas de coordenadas, de ángulo y distancia, vaticinando lo que ocurriría cuatro siglos después con el pintor Duchamp al pintar sus cuerpos en movimiento (Nu descendant un escalier, 1912). Esa relación de la teoría hace inteligible su búsqueda por la solución de problemas específicos. En su obra La Virgen de las rocas de 1483, logra la renovación del tema iconográfico con el encuentro expuesto de dos niños, Jesús y Juan Bautista, anunciando simbólicamente la Pasión, lo que justifica la fisonomía turbada de la Virgen. En dicha obra, Leonardo, topa una vertiente original a dos problemas ya planteados por los pintores florentinos de la época: la preocupación por la simetría y la organización apretada de personajes, cuyo logro son resueltos por la invención de la composición piramidal y por el refinamiento en el contorno del denominado sfumato, (esfumado). El sfumato, le permite zambullir la silueta del personaje en una atmósfera vaporosa. A pesar de la resistencia a esas innovaciones, donde una de las famosas obras lleva el sello de otro grande del arte florentino: Michelangelo; el arte de la pintura, el arte de pintar se dota de nuevas posibilidades en los años 1500. Pues, el sfumato como técnica en la pintura, apunta a exhibir el espíritu atmosférico de lo húmedo y de lo vaporoso, para organizar así, y mejor, las lejanías del horizonte en una modulación de valores, permitiéndole ubicar en una intimidad asombrosa a los personajes con el paisaje. Uno ejemplo palpable lo exhibe justamente en la Gioconda, realizada entre 1503 y 1507. Y si en la Cena de Milan, se ocupa de animar a través del gesto una composición estable y equilibrada, en la Adoración de los Reyes Magos (1481, inconclusa), como en la Batalla de Anghiari de 1503, del cual sólo quedan dibujos parciales; Leonardo busca establecer una composición en movimiento, donde las formas se embrollan, se encastran. Por el otro, no debemos olvidar que Leonardo renueva considerablemente el arte del retrato, y sobre todo el retrato femenino, fijando además una fuerte presencia física, como el caso de la Gioconda, o quizá, sostenida por una connotación simbólica (Ginebra di Benci 1480). En el tratamiento de la representación de paisajes, infiere en la precisión del detalle de flores, hierbas, pedregullos, cantos rodados, donde es bueno rememorar la Anunciación, o la obra de Santa Anna, o con el claro oscuro de sus lejanías azuladas, las que se ven justificadas teóricamente por el lugar que ocupa el agua en la dialéctica interna, la que anima los diversos elementos pictóricos en la representación. La cualidad gráfica y artística de Leonardo ayudó al desarrollo arquitectural; amén de bizantinas discusiones generadas en la culminación de la Catedral de Milan; el artista ha dejado un legado de importantes esbozos, dibujos sobre el plan central de la cruz griega ubicándola en un círculo o un cuadrado. En otras ocasiones le tocó reflexionar sobre los problemas del equilibrio propio de las estatuas monumentales ecuestres, sin jamás llegar al estadio de realización, aunque, se estima su contribución notable, debido a la existencia de sus esquicios ecuestres, los que constituirán el anuncio premonitorio con la representación del estilo barroco ecuestre. La herencia de Leonardo da Vinci en la cultura universal nos conmueve, nos atrapa. Habrá razón en rememorar aquel retrato del poeta Paul Valéry refiriéndose a Leonardo da Vinci: “No parecería como la mayoría de los demás, que para ser comprendido debería vincularse a una nación o a una tradición, o a un grupo ejerciendo el mismo arte. El número y la comunicación de sus actos hacen un objeto simétrico, una especie de sistema completo en si mismo, el cual se muestra incesantemente”. El arte de Leonardo evoca lo imprescindible en nosotros: centrar el punto de mira para proyectar e imaginar nuevos mundos más humanos; es decir; imaginarios. Su genialidad, su dedicación a encontrar soluciones bajo una incesante búsqueda visionaria, vinculándola al desarrollo del conocimiento se constituye en un fenómeno de trascendencia del artista que piensa, que conoce, que actúa y que impulsa la innovación. Todo ciudadano consciente de su labor ahí donde se encuentre, debe reconsiderar –al parafrasear el pensamiento de da Vinci- que la humanidad se encuentra en grave peligro de desaparición de la faz de la Tierra y que por encima de toda preocupación debe imperar un renacimiento de aquello que la naturaleza y los seres que la habitan propugnen el compromiso común e ineludible de batallar por detener su extinción; porque, la vida es la dimensión ¡gigantesca! El arte de vivir, el arte de crear y el arte comprometido, apura a propagar toda información, todo conocimiento, todo sentimiento y accionar en favor de la felicidad humana. Leonardo da Vinci es el artista célebre, cuyo talento predestina un protagonismo creativo ejemplar: quien recrea lo humano, recrea el mundo.


MERCADO: ESPACIO SOCIAL EN LA PRÁCTICA COTIDIANA

Por Guillermo Sequera



Lugar de encuentros. Lugar de intercambios. El mercado se constituye en el espacio histórico en todas las sociedades humanas. Vinculado al quehacer de productos, a la dedicación de productos y objetos necesarios para satisfacer el vivir de hombres y mujeres; el mercado se relaciona con la posibilidad del obsequium; de “una yapita marchante”, de la ofrenda; o de lo que se presenta en la cosa que se expone. El mercado es, más allá de la simple oferta y demanda del mercadeo, o del intercambio de mercaderías; un espacio privilegiado que genera múltiples situaciones de transculturalidad. Costumbres, sabidurías, colores, formas, aromas, gritos, frases de “¿qué va a llevar marchante?”. El mercado es, por sobre todas las cosas, un fenómeno histórico en la conformación de ciudades, o de “tava”; o de pueblos en el caso paraguayo de la realidad colonial. El llamado mercado se conforma en el proceso originario de delimitación de pueblos desde 1580 con la administración colonial. Assadourian, un investigador de historia económica; en su “Chile y Tucumán en el siglo XVI. Una correspondencia de mercaderes”, escribe: “…se trata del tipo social que combina funciones de productor-comerciante muy localizado en el grupo de encomendero…La forma más simple en que se realiza dicha combinación sigue ésta línea: el encomendero vende su producción industrial, agrícola o ganadera a un mercader especializado o la ofrece en el mercado omitiendo los intermediarios…” Tabaco, miel, azúcar, lienzos y sobre todo yerba mate son los buenos productos que servían como manera de pago a otros “menesteres”: escopetas labradas, cuñas de hierro, ropas preciosas, telas finas, rejas de arar, metal campanil, botijas de miel de abeja, sombreros, arrobas de sal. En su testamento, Bazán de Pedrasa, especifica que, en la ciudad de “ Asumpn y de la Billa Rica” en 1717, contaba con un total de 91 obligaciones comerciales a su favor en el Paraguay… Bazán de Pedrasa era un actor social emergente en la economía colonial, y considerado como mercader, como comerciante. El comercio colonial nunca fue muy deseable para los guaraníes para su tributo de la yerba mate del Paraguay : “ no hallan salida, ni venta de dicha yerba, aunque a principio la pagaban en plata y a buen precio, con que dichos indios podían con comodidad pagar su tributo, hoy ya (1673) movidos de la ganancia grande que tiene en este trato, no la quieren pagar en plata, sino que vienen cargados de cosas inútiles para los indios, que no les sirven (…); y si acaso les dan alguna plata, no quieren recibir la yerba si no es a un precio tan bajo, que jamás se ha visto (…)” destacaba Pablo Hernández en un estudio sobre datos ofrecidos por los jesuitas en su Organización Social de las Doctrinas Guaraníes de la Compañía de Jesús. El mercado en la historia paraguaya tiene su importancia, pues se constituye en el nexo que vincula a la sociedad en su reorganización espacial, social y económica. Ese mercado tradicional, ya en vías de extinción, debido a la aparición agresiva de los “supermercados”, de los “shopping” que infieren una acusada pérdida de valores, pérdida de productos tradicionales que hacen a la diversidad cultural de los paraguayos. El Mercado 4 de Asunción, del que antes fuera el Mercado San Francisco ubicado en la “Plaza de la Democracia”; representa todavía, en algunos retazos de su exhibición del mercado socializado. O el Mercado del Puerto; que hoy se transforma en una serie de supermercaditos alineados, es, sin embargo la conclusión triste, de la globalización, de la cultura de masas y de la sociedad de consumo sin identidad, de consumo alienado, donde, finalmente se resquebrajan las relaciones humanas y desaparecen las relaciones emotivas. La función antropológica del mercado tradicional, es decir; los intereses sociales cotidianos se cristalizan hacia un mismo interés: la recomposición incesante y el reconocimiento del tejido social de deferencias, de sabores, de tonalidades, de voces y de miradas.


SOPLO MILAGROSO PARA LOS QUE NO PUEDEN VER EL MUNDO

LOS DEDOS QUE VEN EL MUNDO

POR GUILLERMO SEQUERA


“Aún dueño de su visión, el pintor tiene en los dedos la conciencia palpatoria. Tiene los ojos para la luz y los ojos del ciego que reconocen en la súmula de los instantes, entregados por los dedos. Visión y visión en lo oscuro y las matizaciones de los dedos”

José Lezama Lima

Mira tu cuerpo. Siente. Las sensaciones humanas han llegado al climax de la resultante biológica. Dicen que ya no habrá motivos para una mayor transformación mágica de lo que representa el ser humano en su constitución corporal. Los cambios ya no serán en el orden de su conformación corpórea sino en el desarrollo de las facultades colectivas, su capacidad de inventiva como grupo social a resolver en solidaridad sus profundas angustias, escollos, y hasta alcanzar el disfrute de deseos de felicidad compartida.

Todos venimos de un mismo origen. Muy a pesar del estupor generado, cuando Leackey, arqueólogo inglés, descubre en los años setenta, restos óseos que certifican que el ser humano se origina en el Lago Turkana en África. Sin discusión alguna, El origen del ser humano se funda en África, con la irrupción de la piel oscura. El cambio de pigmentación de la piel “oscura” a la “blanca” sucedió gracias a Dios a la migración de grupos humanoïdes hacia condiciones climáticas menos cálidas, donde el sol pega menos fuerte sobre la “gens”. ¡Qué horror!, gritaron los racistas que piensan todavía en una “raza superior blanca”. No hay ni blancos, ni amarillos, ni rojos; -existe, si fuere así; una “raza” sola: la humana-. Y no todos los seres son perfectos. Hoy sabemos mejor que cada ser está sellado por su patrimonio genético común (el genoma humano); y por sus condiciones y variables que constituyen su condición biológica, cultural, natural y económica. (Yo soy el otro, aunque al mismo tiempo, el otro no sea yo). Las diferencias se expresan en la dimensión cultural, las que ejercen definición en las particularidades. Cada ser, en definitiva, será irrepetible; a pesar de las limitaciones, y muy a pesar de las ideas erróneas, o equívocos que nos hagamos sobre los otros. Hay que ver también que los prejuicios, los simplismos y conclusiones apresuradas expresadas, derivan de nuestra ignorancia o de actitudes fundadas en intereses egoístas, o generadas por ideas que nos son impuestas a través del bombardeo sistemático que soportamos con los medios de comunicación: la televisión, la radio, la prensa que tergiversa, que afirma aberraciones y emite absurdos. Muchos prejuicios derivan de la ausencia de información, de conocimiento, de cultura. Entonces, ¡guarda!, pone atención a no ser manipulado. Observa, piensa, lee, acude a información fiable, intercambia tu opinión con aquellas personas que conocen. Y por eso mismo, fíjate; en ese día a día; podemos cruzarnos con personas que soportan limitantes: los invidentes, las personas llamadas, no hace mucho minusválidas. Imagina, por ejemplo, el hecho de que abruptamente, por accidente, dejas de ver el mundo como lo veías. ¿Qué hacer? ¡Pobre de nosotros que eso nos ocurra! ¿Quién llegaría a nuestro socorro para no hundirnos en la fatalidad y la tristeza? ¿Y que hicimos en el Paraguay para acudir en ayuda y apoyo para con aquellos que necesitan de protección? Debemos pensar en eso; ser más críticos y ser más sensibles. La solidaridad es la referencia primera; necesaria, de forma a compartir el esfuerzo en la invención de una sociedad más justa para todos. Todos cabemos aquí. Todos deberíamos emprender al arrojo por la protección de todos para todos, y para con los que consagran su preocupación e imaginación donde lo imposible se revierta en lo realmente posible. El milagro de ver el mundo de otra manera, el milagro de actuar juntos. El talento humano es un misterio, pero, ¡vale la pena!

En el reconocimiento necesario que todos debemos a las personas que ocuparon su tiempo y sus vidas a la búsqueda de soluciones para vivir mejor, y sufrir menos, está Louis Braille (1809-1852), profesor y organista francés, a quien, a los tres años; muy pequeñito, se le vela la mirada y se convierte en un cieguito. De ahí, Louis Braille, orientó su talento a resolver su limitante personal, compartida, en esos tiempos, con otros chicos invidentes. Así fue, y lo que siempre ocurrió y se plantearon los cieguitos y cieguitas del mundo entero: como llegar a un protagonismo y desarrollar mis cualidades y luchar contra mi limitante. La mayoría se convirtieron en estupendos músicos: pianistas, cantantes líricos, cantantes populares, guitarristas, organilleros o sopladores de ocarinas. Louis Braille, el no-vidente, es recordado como un gran organista. La música, es esa musa maravillosa, esa clarividencia humana de musicar la vida para ahogar nuestras penitas, o alabar a “ese fantasmita del alma”: al amor. Cuentan entonces que, L. Braille, fue un destacado músico e interprete notable de la música para órgano. En la iglesia de La Madélaine, o en Nôtre Dame de Paris del parisino barrio Latino, Braille acudía todas las tardecitas a echar sus manos en reboso como palomitas sobre el teclado. Sus manos que bien sabían de melodías, de cantatas, de preludios, corales, fantasías, fugas, reconocían de qué manera coronar el repertorio de un Scarlatti, de un Bach, de un Buxtehude, o de Mozart, en su retorno musical y tributo a los maestros del órgano. Quizá, el hecho de perder la vista ayudó a Louis Braille desarrollar otros talentos sensibles: el tacto y el oído. Su genialidad favoreció en él cómo investigar la escritura en relieve. Cómo leer al tocar, inventando ese recurso para invidentes como él, quien fuera, primero alumno, y luego profesor del Institut des Jeunes Aveugles de Paris y luego ‘organista ciego’. El sistema de escritura tactil se aplica tanto a las letras, a las cifras o a la notación musical. La escritura musical fue perfeccionada en 1929, y basada en los seis puntos del alfabeto de los no-videntes, cascados a golpes de punzón sobre un cartón especial, lo cual permite la transcripción de todos los signos. Rápidamente la invención de Braille se constituye en éxito inmediato. Braille pasa a la historia. Su sistema se lo denomina el “método Braille”, o muchas veces es restituida su primera nominación con el dignísimo designio de: “escritura Braille”. Siempre hay maneras de resolver problemas e inventar maneras o procedimientos para disminuir los dolores o las limitaciones humanas. Cosa notable, en los años 1977 me toco la experiencia de trabajar como responsable de la documentación musicológica en el Conservatoire de Pantin en la región parisina. Un Conservatorio que adquirió cierto renombre por desarrollar programas de cierta audacia en su pedagogía y de afirmado corte vanguardista. En dicha institución y con la ayuda de jóvenes invidentes del Institut de Jeunes Aveugles pude emprender imaginar “partituras táctiles”, utilizando como soporte una superficie de cartón sobre el cual adheríamos todo tipo de superficies y materiales que nos permita diseñar otro tipo de codificación musical más libre y más expresiva. Experiencia inolvidable desde el punto de vista humano y artístico. Esa experiencia me llevó a comprender que, aquellos nos consideramos ‘normales’, muchas veces tomamos actitudes de cierta ‘soberbia’ para con los otros. ¿Recuerdan a Ray Charles. Llamado Raymond Robinson (Albano, Georgia, 1932) interprete de órgano, piano y saxo alto. Ray, fue Intérprete de blues, soul music, y muchas veces realizando mixturas entre el blues y el gospel, logró para deleite nuestro aquella hermosa canción que la llamó, “Georgia in my mind”. Ray, era de origen muy humilde, -y para los que no tuvieron la oportunidad de ver la bella película sobre su vida- Ray, pierde la vista a los 6 años. Estudia la música en un instituto para ciegos. Después de Louis Armstrong, Ray Charles es el cantor más original y el más completo que el jazz vio nacer. ( la perennidad de la tradición de la música afro-americana lo relevó al sitial del músico ‘progresista’). Muchos invidentes en el planeta tierra demostraron su talento humano. Con ahínco, con voluntad lograron vencer las limitaciones. En Yaguarón, realizando mis colectas y registros de tradición oral, he conocido a otro gran cantor invidente: Leoncio Cornet. El jilguero de Don Leoncio, me cantó una de las canciones más hermosas del romancerío paraguayo: ‘Angelito purahei’; canto interpretado en los rituales de angelitos muertos, angelitos que vuelan como inocentes pajaritos para el otro lado de la vida. El canto fue siempre un delicado recurso a deshacer congojas. Tanta gente simple me ha enseñado a tratar de entender algunas cositas de la vida. En ese rodar en el campo paraguayo, un buen día, unas familias, me invitan a ir hasta Capi’ivary para analizar sobre soluciones a imaginar sobre los acuciantes problemas que genera la pobreza. Muy pronto decidimos arrancar con acciones que permitan amortizar las dificultades. Iniciativas nada difícil de emprende. Se planteó imaginar actividades que ganen terreno a mejorar condiciones de vida. Entre tantas cosas que logramos se nos ocurrió recuperar el ‘Jardín Guarani’, y trabajar la reciprocidad en: atención oftalmológica y operación de cataratas a cambio de ranchitos floridos. Don González, fue uno de los primeros candidatos. Hacía once años que el viejito se pasaba sentado en una silla sin poder ver a su alrededor. La familia desperezó un alambre que le ayudaba a dirigirse a tientas y por momentos a ciertos lugares del ranchito. Sus hijos y nietos al conocer la iniciativa propuesta, fueron a la búsqueda de flores nativas para ornar alrededor de la casita un bello jardín como reposición de la dávida. Lo mísmo ocurrió con la familia de Don Sosa, quien llevaba ocho años sin ver a sus seres queridos. Pero, el milagro llegó, y gracias a lo ‘real maravilloso’, estos viejecitos, como muchos otros, recibieron el soplo mágico y así le fue devuelta la mirada humana, sólo a cambio de jardines floridos. Ese hecho transcurrió ya hace una decena de años en Capi’ivary. Hasta hoy, los vecinos ven a Don Sosa, pegar un brinco con los primeros destellos de la luz del día, rondando por los caminos de tierra y explorando en sus senderos papelitos impresos; que a manera de ofrenda a la vida Don Sosa los lee con altiva voz; una forma advertir a todos su inmensa alegría de poder ver a sus seres queridos y a la comunidad adornada por flores silvestres las que simplemente brotar para engalanar al mundo.

CÁNTIGAS DE EMILIANO R. FERNANDEZ EL SABIO

Del ajeno Canto al romancero guarani

Por Guillermo Sequera


…’que no sean Castellanos/mátente con aguijadas,/no con lanzas ni con dardos;/con cuchillos cachicuernos,/no con puñales dorados;/abarcas traigan calzadas,/que no zapatos con lazo;/capas traigan aguaderas,/no de contray ni frisado;/con camisones de estopa,/no de holanda ni labrados;/caballeros vengan en burras,/que no en mulas ni en caballos;/frenos traigan de cordel,/que no cueros fogueados.(…). Así expresaba el canto de ‘Romance del juramento que tomó el Cid al Rey Don Alonso’, canto que expresaba la vigencia oral de lo sucedido en la invención del ‘romancero’ español en un par de siglos: de mediados del XIII a mediados del XV aproximadamente. Ahí se ubica el horizonte originario del canto popular paraguayo, con la aparición del fenómeno del canto popular llamado Emiliano R. Fernández.

‘Un sinnúmero de indeterminado de octosílabos, cuyas rima asonantada la repiten constantemente los versos pares’, (aunque existan el romance endecasílabo y el romancillo); de esa manera, formal, por cierto, se define en su aspecto al romance. El romance es una de las formas literarias orales que emerge desde sus lejanos mundos originarios medievales. El Quijote de Cervantes decía de aquellos que buscaban el ejercicio de la poesía y de la música: ‘todos o los más caballeros andantes de la edad pasada eran grandes trovadores’. Un clásico de la colecta y estudio sobre el tema, como Ramón Menendez Pidal, señalaba: Gracias al Arcipreste de Hita sabemos, a pesar de la enorme escasez de noticias cronísticas o documentales, que la juglaría popular castellana, hacia 1330, había alcanzado un desarrollo extraordinario, cuando para ella escribía nuestro poeta más genial de la Edad Media: ni el carácter clerical, ni las prohibiciones conciliares, ni la extensa y docta cultura, nada de esto apartaba al Arcipreste de hablar “en juglería” para que los actores andariegos y las cantaderas publicasen por calles y plazas las aventuras y las trovas del Buen Amor.’Con el paso de los años, para nosotros, el romance gana en frescura y color en concisión expresiva. Si el romancero es español por su forma poética, por su pervivencia a través de los siglos, acompasada por el quehacer de la conquista española en Paraguay, como en otras regiones latinoamericanas; simples hombres y mujeres partícipes del diálogo cultural, revierten el estado de sometimiento conquistador al transportar en sus alforjas todo tipo de manifestaciones populares practicadas en su país de origen en un habla ‘vulgar’, con el propósito de comunicar la lengua romance en la cual ‘suele el pueblo fablar con su vecino’. Pero el romance, como género tiene además otros buenos atributos que lo caracterizan: es en definitiva una canción popular, con una línea argumental, una historia, y un estilo narrativo y realista. Su lenguaje es directo, parco en metáforas. Los antecedentes históricos del romance español, atañen tanto su técnica como su contenido. Y sus orígenes se remontan a tiempos y circunstancias sin referencia por documentación escrita. Es el mundo intangible, frágil, porque todo se transmite a través de la palabra y los gestos. Sin embargo, el romance es un organismo vivo, un patrimonio vivo, aunque sujeto a evoluciones, a transformaciones. ‘Simultáneamente con el romance y la copla nació la narrativa epistolar en tierras guaraníes’ señalaba Carlos Centurión en su libro “Historia de las Letras Paraguayas”.Todos recuerdan, quizá, el romance centenario de Ciro Bayo que en parte expresaba: ‘Santo Tomé iba un día/ orillas del Paraguay, aprendiendo el guarani/para poder predicar./Los jaguares y los pumas/no le hacían ningún mal,/ni los jejenes y avispas/ni la serpiente de coral.’Al navegar sus cantos en forma de romanza por los valles y forestas en Paraguay; la romanza ajena se somete a la lengua nativa para transformarse en un ‘romancerío guarani’ o un ‘romancerío jopara’que toma curso y se expande; primero en la región oriental, entre el siglo XVII- XVIII, y luego en su agobiante trajinar por las sendas espinosas, por sinuosas picadas o por sobre los humedales del Chaco, a finales del siglo XIX, rueda en boca de troperos cantores, originarios de Concepción, de San Pedro o de Misiones. Para entender el canto popular guarani campesino, para observar sus orígenes y transformaciones debemos entender, observar primero sus raíces: el romancerío popular español. Con razón, el gran pensador latinoamericano José Martí, había entendido la relevancia de la transculturalidad simultánea, es decir; la adopción y cohabitación de varias culturas al mismo tiempo y en un mismo momento, donde la práctica social de las comunidades culturales, a través del tiempo, le asigna la relevancia de saber: elegir, consignar, adoptar, desechar y enriquecerse. Marti decía: ‘injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser de nuestras repúblicas’. Eso fue lo que aconteció con el carreteo de la romanza popular española en su largo caminar hasta el Paraguay. Muchos artistas populares, desconocidos y contribuyentes de la imaginería musical no serán nunca identificados, por la propia particularidad del fenómeno y su apropiación colectiva en ese esfuerzo mancomunado de compartir lo que se siente y volcar –en este caso- el canto y la música a manifestaciones que se constituyen en formas culturales. Emiliano R. Fernández es la resultante histórica de varios siglos de experiencia musical colectiva. El lugar de su nacimiento sigue siendo motivo de controversias, pero Emiliano R. Fernandez nace en 1894. El ensayista Roberto Romero recordaba que, ‘En toda su obra poética conocida no se encuentran términos que digan “Pueblo donde nací”, “upépe a nacé vaecue” o “tava che reñoi jharé”. Tal vez porque se considerase, él mismo, un poeta nacional cuya perenne fuente de inspiración era la patria toda”. Emiliano R. Fernández fue poeta y músico. Como poeta, supo sintetizar la necesidad popular de fundir dos lenguas (castellana y guarani); dos maneras de sentir, de pensar, en una sola; por demás, en un estilo único, muy personal pero de connotada expresividad imaginativa. En 1927, en su canto ‘Hî’â chéve’ expresa: ‘Camalotero aikose/tasêgui pe ysyry/ne rendápe tagûahê/taraha nde yvoty’. Su vivencia por esos tiempos en el Chaco del Alto Paraguay lo lleva a escribir sus notables ´Primavera I’ y ‘Primavera II’, entre otras canciones en una descripción del paisaje y la naturaleza pero de exquisita espontaneidad poética, como en su ‘Pyhare amanguype’. La revista ‘Ocara poty cue mi’ que congrega a poetas de lengua guarani, es la publicación donde la poesía de Emiliano lo lleva a su consagración máxima: como poeta y como músico. Sus canciones patrióticas, y principalmente aquellas de encendido corte patriótico lo sitúan al poeta-cantor a celebrar batallas y convertirse en el soldado-poeta de la Guerra del Chaco. El destino lo depara un final trágico a consecuencia de una bala homicida. Muere, Emiliano en un setiembre casi primaveral de 1949, pero su canto y su poesía llega siempre a nuestros corazones para transformarse en el Ave Fénix de la canción popular paraguaya.


¡CARNE VALE ! ¡CARNAVAL!

¡ADIÓS LA CARNE!

Por Guillermo Sequera

Se lo conoce al Carnaval como el periódo reservado a celebraciones que va desde el día de los Reyes de la Epifanía, hasta el Cuaresma (miércoles de ceniza). Las celebraciones, los ritos, las ceremonias son manifestaciones de gran complejidad, por sus significados y simbolismos que se exhiben en toda cultura, para constituirse en prácticas sociales que son reproducidas en el tiempo y en el espacio. El Carnaval, es uno de esos fenómenos sociales que armonizan a las culturas en cualquier parte del orbe. La definición de Carnaval, -aunque la formación semántica es clara, el origen de la palabra se remonta en la noche de los tiempos. Es indiscutible que, “carnaval” corresponde a términos eclesiásticos de carne levaris, carne levarium, y que en Cataluña lo denominan: carnes toltas (carnes, a un lado), deformada en carnestolendas; y que resulta: carne vale (¡adiós la carne!). En todas las lenguas romanicas, la idea del vocablo es siempre el mismo, y por ello, quizá, el carnaval no representa el gozo, no expone al loco de alegría, sino, por el contrario, y en profundidad, denota la mortificación, la privación del mañana. Recordemos nada más que la carne es representada bajo la figura de San Jerónimo, quien se muestra destrozando su piel con una piedra, o en el caso de San Antonio, donde la carne aparece como una fuerza diabólica que habita el cuerpo humano: el cuerpo endiablado. Lo humano se presenta en la ambivalencia entre la carne y el espíritu, descuartizado por la doble tendencia que lo anima, y aunque desee el bien su voluntad sea nula. El Carnaval-Cuaresma de la antigüedad clásica, es casi parecida al período de celebraciones en Africa del Norte, como la de los musulmanes con la celebración del Ramadám; o en Irán con la fiesta de Norúz. En Bélgica, en Niza, Florencia o Venecia, pero también por todos conocidos, el de Brasil con su “global player” carnavalezco de Río a Salvador de Bahía; o el no menos famoso Carnaval afro-cubano de Santiago de Cuba, todos, se presentan con toda pompa, y a la usanza para cada caso, en una gran diversidad de mascaradas, cortejos, colores, música y prácticas mágicas. También en la gran literatura, un sabio ruso: Mikail Bakhtine, en su luminoso estudio: “La obra de François Rabelais y la Cultura Popular del Medioevo y el Renacimiento”, considera a Rabelais como al “más democrático” de los representantes de la literatura europea medieval y renacentista (Cervantes, Dante, Boccacio, Shakespeare), por su carácter de exhibición festiva, popular, y en definitiva por sus imágenes de representación del cuerpo grotezco, las artes del pueblo en la plaza pública enraizado en la imaginería y la realidad de su tiempo. Bakhtine, sugiere, que: “el sistema de imagen de la fiesta popular se ve representado de la manera más perfecta por el carnaval”, como “diferentes formas del placer público”. De esa manera, expresa el investigador; “la obra de Rabelais debe ser la clave de espléndidos santuarios de la obra cómica popular, la que fuera tan poco y hasta superficialmente explorada”. Pero, cuanto podríamos hablar todavía sobre ello, y aprender todos los días en saber diferenciar lo importante de lo urgente, en ésta sociedad del cretinismo consumista y de la cultura de masas domesticadas. Y al caer de la pluma, me he animado a mostrar éstas imágenes, fruto de un reportaje fotográfico e investigación realizada en febrero de1986-89, sobre la exuberancia imaginaria del ritual “Arete Guasu” de los chiriguanos, ritual que arranca su celebración festiva en el justo momento en que las siete cabrillas eichu, se posicionan en el cenit de la bóveda celeste chaqueña.

FUENTE LIBRE: LIBERTAD AL CONOCIMIENTO


Por Guillermo Sequera

“You say you want a revolution.

Well, you know.

We all want to change the world”

John Lennon

Richard Matthew Stallman, pasea su figura por el mundo, con una sonrisa contagiosa que desaliña su tupida y larga barba, quien se asemeja más a un poeta beatnik, rebelde beatlemanio; Stallman diplomado de Harvard, es considerado el padre del movimiento software libre, ha propuesto hoy eliminar la expresión "propiedad intelectual" a la hora de definir normativas dispares como los derechos de autor, las patentes y las marcas, ya que ese término beneficia a empresas y "confunde" a la sociedad. Una verdadera revolución. Entre sus mayores logros como programador se encuentra el editor de texto Emacs, el compilador GCC y el depurador GDB, bajo la rúbrica del Proyecto GNU. Uno de los principales impulsores del Software Libre (SL) es el Proyecto GNU (www.gnu.org/home.es), creado por el programador estadunidense Richard Stallman, y en cuyo trabajo se remarca la diferencia entre software gratuito y software libre: el espíritu de este último es permitir a la gente que utilice y conozca herramientas computacionales y las modifique libremente de acuerdo a sus necesidades. No es, pues, una cuestión de precio. Stallman afirma que no conceder a la gente esta libertad la mantiene en un "estado de impotencia", y se manifiesta por hacer obsoleto este sistema. "Microsoft tiene casi un monopolio y me gustaría ayudar a romperlo. Un programa privativo es como una dictadura, porque el desarrollador decide siempre qué puedes hacer y qué no". Buena parte del éxito del SL radica en su gratuidad o bajo costo de venta, que ha llevado a organismos y hasta países (por ejemplo Kenia, Brasil, India, Francia, Venezuela, Rusia, Chile, Ecuador) a equipar a sus instituciones con el sistema operativo Linux, uno de los más populares de su tipo, para ahorrarse millones de dólares en licencias. Pero también la seguridad es un factor atractivo. Dado que operadores en todo el mundo monitorean los programas de SL y los corrigen, haciendo circular la información, el sistema GNU/Linux "casi no tiene virus y es más confiable que Windows", según Stallman. Además de sistemas operativos completos, el SL ofrece una gran cantidad de programas, como procesadores de texto y gráficas, editoras de música y video, buzones de correo electrónico y navegadores de Internet, entre otros. Aunque ya tiene casi 20 años de existencia, el SL parece no ser tan conocido en Paraguay y su nivel de aprovechamiento todavía es marginal, pero se intuye que en un plazo de tres años las empresas paraguayas que utilicen esta tecnología llegarán hasta 40 por ciento, por las ventajas que ofrece. En proyecto, Linux permitiría generar una mayor "cultura informática" en el país, impulsaría el desarrollo para las empresas y la población y reafirmaría la soberanía nacional. Utilizar software privativo o cerrado también puede crear riqueza, afirman, "pero esto no garantiza que los recursos se queden en nuestro país", ya que éstos dependerían del pago de licencias a empresas trasnacionales. Bien podemos desarrollarnos por nuestra cuenta fomentando la creatividad en vez de adquirirla. Tanto empresas pequeñas y medianas como países subdesarrollados pueden utilizar el SL como una herramienta que permitiría el acceso a los beneficios del uso de las tecnologías de información sin costos excesivos y sobre todo lograr independencia tecnológica. Muy saludable, finalmente, ser libre para pensar en libertad, y sobre todo, sin depender de caprichosos intereses, para compartir el saber en un creative commons: ¡poder inventar!

FORTE PIANO CONCERTATO
(Presagio universal por un piano paraguayo)

“O tu, Arte adorable, cuanto, y casi siempre en horas de tristeza
por todos lados me acosabas al llevar a cabo la febril batalla de la vida.
Al ofrendar a mi corazón el amor y la alegría
Lo llevaste muy en alto y allá lejos, hacia un mundo feliz”

Franz SCHUBERT
An die Musik


Quién podría imaginar que la evolución del piano como instrumento de música y principal sostén de la composición musical moderna haya llegado a su máxima expresión de evolución para ser considerado como instrumento a teclado y cuerdas percusivas. El piano es la síntesis maravillosa y sorprendente de la música humana. Instrumento formado por siete teclas blancas por octava, llamadas diatónicas, y de teclas negras, cinco por octavas. Las teclas negras emiten sonidos cromáticos. Dichas teclas en su resolución forman una sucesión de 85 a 88 notas. El agrupamiento del sistema mecánico del piano lo constituyen unas aproximadamente seis, a doce mil piezas fijas o móviles, y cuyo conjunto representan, a través del tiempo, una gran caja de resonancia de sabidurías, técnicas, historias, imaginarios, estilos, modos, formas musicales, materiales de diversos tipos: maderas preciosas, marfil, metales de diversas tecnologías y de disímiles procedencias geográficas. Las cuerdas triples, salvo en los graves, ejercen en el cuadro -sobre la cual reposan-, una tensión de veinte toneladas! El piano convencional, el que nos fuera legado hoy, es sin lugar a dudas un precioso patrimonio de la humanidad, aunque de muy reciente existencia. Los estudiosos en organología; especialistas que se ocupan de todo aquello que tiene que ver con el estudio de los instrumentos de música y su clasificación, escriben que el origen del piano, por su definición técnica es el “echiquier”, denominado también “psalterium”, compuesto por un grupo de cuerdas y cuya interpretación sonora se acciona con la ayuda de unos martillitos o un plectro es de origen oriental y fue introducido en Europa en el siglo X. El echiquier, es mencionado en el siglo XIV, por Guillaume de Machaut (1300-1377), compositor francés, y hombre de letras, fiel representante del ars nova, quien denota en sus escritos la existencia del echiquier. Instrumento que expande su presencia no sólo en Francia, sino en Inglaterra y España. El echiquier es el auténtico ancestro de nuestro piano. El echiquier viaja, y en sus viajes se transforma en una variedad de instrumentos y maneras de interpretar bajo la apelación de timpanum, cymbalum, doucemèr (dulce madre). Los marineros de las naos, soldados, frailes, comerciantes, funcionarios, colonizadores y aventureros con destino a los dominios españoles y portugueses en América, desarrumaban la carga en sus baúles y arcones colmados de tocinos, barriles de bizcocho blanco, alcaparra, pipas de vino de Casalla, y cymbalum y otros instrumentos de música. Ya con el avance de la conquista, a mitad del siglo XVII los manuscritos de la colección llamada de Angelis, hacen constar que, “los indios son capaces de cualquier enseñanza (…) como se ha visto por experiencias en las reducciones que con cuidado se ha atendido a su cultivo, porque entran bien en leer, escribir, cantar, danzar, tocar un discante, flautas chirimías y en los oficios mecánicos”. Un poco más tarde, en Florencia en 1710; fue Bartolomeo Cristofori, clavecinista al servicio de la corte de Médicis, quien imagina e inventa su primer “Gravicembalo col piano forte”. Y cosa que suele ocurrir con los inventos, el mayor mérito de haber propagado y emprendido la factura del nuevo instrumento se debe más al sajón Silberman que al propio Cristofori. Pero a Silberman le lleva tiempo ganar el favor de los músicos, y algunos comentan que, sus contemporáneos demostraron mas una cierta hostilidad o indiferencia a esa invención. Habrá que esperar un siglo; cuando Muzio Clementi (1759-1832), funda las verdaderas bases de la escritura pianística para pianoforte, con sus 113 composiciones: sonatas, caprichos, tocatas, fugas, valses y obras didácticas, el músico italiano confiere a su lenguaje un carácter de convalidación instrumental de notable modernidad por su madurez, bravura en la utilización de dobles notas, de octavas, de saltos e intervalos sonoros. Es importante recordar que el abandono del clavicordio, o el claviórgano, se ubica en un momento particular: con la finalización de la etapa clásica a la aparición de la música pre-romántica y a favor de un instrumento que sepa expresar mejor las pasiones del alma: el pianoforte, el cual se implanta a partir de 1768; en Londres donde se presenta Jean Chretien Bach como solista. Es a largas el tiempo de Goethe quien escribe Werther, Pandora, y exalta la civilización donde el arte, la ciencia, lo bello y lo verdadero serían plenamente realizados. El arribo del pianoforte se vincula con el pre-romanticismo europeo en una afirmación de las ideas de J.J. Rousseau, filósofo genovés que inspira a la asamblea de revolucionarios franceses, y propugna enaltecer la promoción del individuo al reivindicar la libertad en la sensibilidad, la imaginación y la originalidad, la contestación del orden y de sus convenciones. Por eso el período musical entre 1768 y 1850 podría ser considerado como el período de la revolución del teclado. A mediados del siglo XVIII, siguiendo los pasos de Rameau, de Couperin; una pléyade de grandes clavecinistas aplican todo esfuerzo por mantener la gran tradición instrumental francesa. Una última declaración de defensa del clavicordio, basado en su prestigioso legado, pero también por su justificado “Ensayo sobre la verdadera manera de ejecutar los instrumentos a teclado” en 1753, Carl P.E.Bach, escribía: “Creo (…) que un buen clavicordio aunque de sonoridad más débil que el pianoforte, posee bellas bondades, además de aquellas que le son propias, es decir; el vibrato y la nota prolongada, pues al atacar la nota, puedo darle a cada tecla una presión suplementaria. Por tanto, el clavicordio es un instrumento por excelencia, dada la posibilidad, incluso, de juzgar la calidad del ejecutante”. Pero la simple sonoridad del viejo clavicordio se muestra impotente a traducir la aspiración histórica de jóvenes músicos emergentes. Es así que el pianoforte irrumpe con mayores posibilidades expresivas al demostrar la emoción musical y la libertad creativa en toda su plenitud. La aparición innovadora del pianoforte sacude los cimientos fónicos de una vieja sociedad feudal y anuncia simbólicamente alborozados presagios de una conmoción social: la Revolución Francesa. El nuevo instrumento perturba las formas musicales, la escritura se adapta al instrumento, el estilo se transforma, el pensamiento se enaltece desplegando sus alas hacia la creación de una nueva materia sonora y colorida, para echar a rodar las manos por la senda de una estética de la sensibilidad. A medio trecho del camino se sitúa el pianoforte hasta concluir su madurez en la forma más acabada: el piano. La leyenda del romanticismo musical será para siempre Ludwig Van Beethoven. Pianista virtuoso, desbordante improvisador musical, Beetthoven (1770-1827), administra el piano como una verdadera orquesta. Sus bagatelas, rondos, fantasías y sonatas se expresan de manera impetuosa y de gran variedad. En 1802, Beethoven anunciaba: “desde mi infancia mi corazón y mi espíritu se inclinaron a la bondad y a los sentimientos de ternura. Siempre estuve dispuesto a realizar grandes acciones”. Como muchos artistas y músicos que han entregado sus vidas y lucharon por la expresión libertaria de sus creaciones, -bajo renuncias y sacrificios en una obligada vida de austeridad-, el rebelde Beethoven escribe a su sobrino en 1823: “Somos muy pobres, y por no tener otra cosa, sólo nos resta escribir”. En ese mismo año a su editor Peters expresa también cómo, “la condición material en la cual me encuentro me obliga a dejarme llevar de alguna manera por mi interés. Pero al tratarse de la obra no es la misma cosa. ¡Gracias a Dios!, nunca pienso en la ganancia sino en la composición”. Hijo de un maestro de escuela y de una sirvienta, de humilde origen, Franz Schubert (1797-1828) se deja llevar por el piano como medio de inspiración a intensa emoción, de discreta emotividad pero de gran innovación. La escritura pianística de R. Schumann (1810-1856) es el puro reflejo de su alma romántica y de esencia polifónica. No debemos olvidar que Franz Liszt (1811-1886), y Federico Chopin (1810-1849), se revelan como dos pianistas excepcionales. Liszt adopta la búsqueda de técnicas y las amplifica; inventa un nuevo piano bajo temas de acordes dobles a dos manos, trémolos, notas repetidas y saltos sorpresivos a dos intervalos. Toda influencia le es buena: “Sonata en si”; “Meditaciones poéticas”, “Estudios transcendentales”. Chopin, somete al arte pianístico desarrollando todos los recursos posibles y su puesta en valor, para demostrar una técnica enteramente innovadora con la utilización del teclado y la de los pedales. Se denota una escritura de gran densidad y en contrapunto con el dominio de la armonía y timbres diferenciados. Entre sus obras más destacadas: “Polonesa op.44”, “Balada op. 47 y op. 52”, “Polonesa-Fantasía op.61, 59” mazurkas, además de sus composiciones para piano y orquesta (“Gran Polonesa brillante op.22”). El compositor como un artista cualquiera se dota de una utilería simple: pluma, lápiz, agenda de notas, cuadernos, papeles, metrónomo y ciertos instrumentos de música que facilitan su labor de composición, pero donde el piano se antepone en primer lugar. Sobre el teclado, el compositor pone en juego sus búsquedas y descubrimientos, controla sus armonías y emprende diseños contrapuntísticos. El pupitre del piano lo secunda a escribir con cierta comodidad, para anotar sin pérdida de tiempo lo que acaba de poner a prueba sobre el teclado. El piano del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX se constituye en una verdadera mesa de trabajo. En esos tiempos, cada pianista posiciona sus caprichos sonoros y somete la posición de su cuerpo al estilo y a la necesidad del tipo de piano. Liszt, amante de pianos de cola los cambiaba cada año. A sus ojos, el instrumento estaba hecho a su propia medida que lo secundaba a desplegar sus grandes aventuras cromáticas. A la inversa, Chopin prefería el piano vertical Pleyel, imagen de su intimidad musical. Las últimas vigorosas sonatas de Beethoven se relacionaba con un instrumento determinado: un gran piano de cola. El piano favorito de R. Wagner era un Erard, fabricado en Francia. Ese piano, lo acompañó a Wagner en todos sus viajes, llevándolo muchas veces cuesta arriba cuesta abajo sobre las empinadas cornisas de vértigo de los Alpes, para luego contornear las orillas de los ríos de Italia o, acarrear el piano en su travesía en dirección hacia los reposados valles suizos. Ese esfuerzo musical de músicos viajeros reivindicando sus formas sonoras, distribuyéndolas y dándolas a conocer, se articula en entorno al piano, instrumento moderno, instrumento revolucionario, representativo de los procesos de cambios de las sociedades, y principal significante instrumental de la sociedad burguesa capitalista por extensión. El piano se constituye en el desenlace musical de la historia europea con el perfeccionamiento del conocimiento, de la tecnología y de las innovaciones estéticas que aparecen en ese contexto. El piano, al fin, fue acuñado como elemento significativo: gran caja fónica de resonancias históricas culturales y sociales. El brote de nuevos conceptos, nuevas palabras, y nueva discursiva musical en el teclado, y la gran inventiva de los compositores, se relacionan directamente con el período que abarca unos sesenta años. A eso se refiere el gran historiador Eric Hobsbawm, en su introducción a la “Era de la Revolución, 1789-1848”, decía: “Imaginar el mundo moderno sin esas palabras (es decir sin las cosas y conceptos a las que dan nombre) es medir la profundidad de la revolución producida entre 1789-1848, que supuso la mayor transformación en la historia humana desde los remotos tiempos en que los hombres inventaron la agricultura y la metalurgia, la escritura, la ciudad y el Estado. Esta revolución transformó y sigue transformando al mundo entero. (…) La gran revolución de 1789-1848 fue el triunfo no de la “industria” como tal, sino de la industria “capitalista”; no de la libertad y la igualdad en general, sino de la “clase media” o sociedad “burguesa y liberal; no de la “economía moderna” (parte de Europa y algunas regiones de Norteamérica), cuyo centro fueron los estados rivales de Gran Bretaña y Francia.” Las músicas para piano concebidas en ese período no son sólo la expresión de los movimientos y cambios operados en las sociedades europeas, sino la expresión revolucionaria de los compositores –en su mayoría pobres, excluidos- quienes contribuyeron a la innovación simbólica, quizá en un lenguaje innovador, complicado, todavía descifrado difícil para el común de sus contemporáneos; al comparar –si se quiere- con la literatura o la pintura de la época. Al seguir a Hobsbawm en su original análisis, que “El período histórico iniciado con la construcción de la primera fábrica del mundo moderno en Lancashire y la Revolución francesa de 1789 termina con la construcción de su primera red ferroviaria y la publicación del Manifiesto comunista.” Dicho de otra manera, podemos considerar que la era del piano comienza entre 1765-1770 (época de las primeras sonatas de Haydn), haciendo algunas salvedades. Precisamente, en 1773 el ingenioso fabricante inglés John Broadwood perfecciona considerablemente la mecánica del instrumento. El francés Sebastián Erard, fabricante de pianos franceses concibe para el arpa en 1814 un sistema de doble movimiento, y para el piano, en 1821, un sistema llamado a doble escape, principio sobre el cual reposa el piano moderno. Esta mecánica permite a los músicos una gran precisión en el ataque de las notas, favorece las rápidas repeticiones, evitando así que el martillo atenúe el sonido sobre las cuerdas. La ingeniosidad y la regularidad de la mecánica, una verdadera revolución técnica, realizada por Erard y Broadwood han hecho de ambos, los verdaderos inventores del piano moderno. Los cambios mecánicos realizados en la nueva factura del piano, coadyuva a forzar el “aggiornamiento” sonoro e inventiva de los compositores. En los albores del siglo XX, Gabriel Fauré (1845-1924), emprende obras para piano, -en apariencia tradicional-; su obra es pensada en función al instrumento y al encadenado de armónicos refinados. Cosa notable lo que ocurre en las artes y la creación: los cambios estéticos son el centelleo que anuncia cambios en las sociedades. Los pintores impresionistas y los poetas simbolistas tendrán una influencia notable en los músicos, principalmente en Claude Debussy (1862-1918) para quien el piano se constituye en la base de una escritura instrumental nueva, donde las líneas melódicas se ven bordeadas en una ambientación armónica voluptuosa y de poética sensualidad. La revolución debussysta la encontramos en la profundidad de la estructura de su obra, donde el recurso de acordes se invierte por la de la “nota compleja”, aplicándose en suscitar una impresión de improvisada musicalidad por la fluidez del encadenamiento discursivo en su propia oscilación. El arte de su poética musical se establece en el límite entre el anti-academismo y los estilos musicales extra-europeos. (Entre sus obras para piano recordemos: “Petite Suite pour piano” a cuatro manos; “Bergamasque”, “Pour le piano”; Romanzas, Preludios). El no conformismo innato de Debussy es aquel del poeta que más allá de las recetas de escuelas, su inspiración fulgura en la naturaleza: “Escuchemos las lecciones del viento que pasa y que nos cuenta la historia del mundo”. “Al mundo he llegado muy joven en una época muy vieja”, decía sobre si mismo el músico provocador, e insurrecto Erik Satie (1866-1925). Satie prefigura la búsqueda incesante en materia armónica y de timbres. En sus primeras composiciones desecha la utilización de barras. Satie se interesa por el piano en los café-concert y en las fiestas populares. El músico, compone unas sesenta piezas para piano. Satie transforma el teclado en una técnica muy especial de complicada clasificación sonora llevada a un catálogo referencial donde exhibe una sucesión de acordes que se encuentran en sus diferentes partituras. Satie, genio precursor, llega a sumergir su pluma musical hasta las profundidades de los caligramas de Apollinaire. En 1917, en plena efervescencia revolucionaria europea, Satie, se une a Picasso, a Cocteau y al ballet ruso de Diaghilev para representar “Parade”, definido como el “ballet realiste” próximo al dadaísmo. En 1924, refrenda un nuevo escándalo que lo lleva a un proceso judicial: “Relâche”, ballet instantáneo en dos actos con un intermedio cinematográfico de R. Clair, con texto y decorado realizado por R. Picabia. Satie es un músico solitario y perturbador, sus obras para piano las más representativas son: “Aperçus désagréables”; “Trois Morceaux en forme de poire”, ambas en piano a cuatro manos, y las composiciones para piano “Avant-dernièrs pensées”, y “Sonatine bureaucratique”. En 1925, Satie muere al hospital; pobre, pero digno y rodeado de la admiración de numerosos discípulos. De Johannes Brahms (1833-1897) decía Nietszche que su música era el reflejo “melancólico de la impotencia”. Brahms, es el verdadero heredero de los grandes clásicos (Rapsodias, baladas), el músico escribió unas cincuenta obras para piano de gran densidad y de difícil ejecución. El estilo pianístico de Brahms se distancia de sus predecesores por su originalidad, por su complejidad sonora, la riqueza de líneas contrapuntísticas, y por una movilidad rítmica de impresionante virtuosidad técnica. La ciudad de Viena es la cuna del clasicismo, pero también la cuna de innovaciones expresivas. Arnold Schönberg (1874-1951), pianista, compositor, amigo del pintor V. Kandinsky, –y con la colaboración de otros artistas fundan el grupo-: “El Caballero azul”. Inventa la “pentotonalidad”. Schönberg, riguroso y creativo, reorganiza en el teclado los medios formales de la construcción musical con el cual sustenta la idea de un nuevo “método para componer sobre doce sonidos sin relación entre ellos” lo que denominará el “dodecafonismo” y cuyo desarrollo integral será concluido en la “Suite op.25 para piano”. Casi a finales del siglo XIX, en 1881, nace en Hungría el músico quien entre los pianistas y compositores del siglo XX busca a recomponer el lenguaje supeditado a las fuentes de la música popular: Béla Bártok (1881-1945). Es el único músico que llega a relacionar una aproximación científica (etnográfica) en su composición vinculándola de manera notable en sus dos dimensiones: “culta” y “popular”. La colecta de canciones populares húngaras le permite inaugurar una nueva disciplina: la etnomusicología. Sus colectas y registros los lleva al piano para transponerlos al pentagrama, dándole una utilidad de insospechable creativa composicional. Bela Bártok, además de tener una sólida formación pianística se convierte en un prestigioso pedagogo del piano. El músico proyecta su búsqueda, llegando a establecer los fundamentos de su propio pensamiento musical, asimilando la tradición campesina, y aplicándola a la elaboración de sus propias obras en una estructura mental, forjada por el conocimiento profundo de los esquemas populares, para concluir en un reconocimiento de inspiración primera a llevar en cuenta en su revalorización a: “todas las músicas populares de la Tierra a formas, a tipos y a estilos primitivos”. Sus obras: “Sonata para piano”, sus célebres seis estudios para piano “Mikrokosmos”; “Sonata para dos pianos y percusión” son la expresión viva de todos los elementos de su lenguaje. En ese contexto, primera decena del siglo XX, el mundo soporta la convulsión en todas sus dimensiones y se expone al emprendimiento de sus revoluciones: tecnológicas, sociales, estéticas, filosóficas. El piano no podrá soportar la presión que ejerce la caldera creativa de los compositores en la búsqueda de nuevas expresiones musicales. Al límite, también se expone la noción de “obra”, la que se presenta en riesgo de desaparición del léxico composicional musical. Fiel representante de la sacudida musical, el compositor francés Edgar Varèse(1883-1965), quien concebía la música como un arte espacial, un movimiento de cuerpos sonoros en el espacio, expresaba: “La base misma de la creación es insurrecta. La base misma de la creación es la experimentación”; pero expresaba también un poco más tarde, “Las relaciones que conforman la tradición fueron todas forjadas por hombres que fueron todos revolucionarios”. “Un compositor no debe olvidar jamás que su materia bruta es el sonido. Debe pensar en término de sonidos y no en término de notas sobre el papel. Debe comprender no sólo el mecanismo y las posibilidades de las diferentes maquinas sonoras que hacen vivir la música pero también familiarizarse con las leyes de la acústica”. Varèse cree en la existencia de un amplio universo sonoro no condicionado por la tradición musical. “…Mi objetivo siempre ha sido la liberación del sonido; el de abrir todo el universo sonoro a la música…Ese combate mío, muchas veces fue interpretado como un deseo de denigrar y desechar la gran música del pasado. Sin embargo es ahí donde se sumergen mis raíces”. Luego de haber escuchado la música de Varèse, fuera ésta por melómanos o por avezados, será ya imposible no entender la música de todas las sociedades de otra manera. Varèse en sus composiciones, preconiza una mayor atención a la utilización de instrumentos a viento, y a los instrumentos a percusión, pero en sus preferencias añade al piano. Cosa importante, la concepción de la forma según Varèse se origina principalmente en la percepción de la materia sonora. En esos tiempos de grandes cambios, la melodía es un pretexto y la audición se ajusta a fenómenos esenciales de la estructura musical. Varèse dio un gran vuelco hacia una nueva percepción. Desde ese momento ya se hacía impensable componer en el piano y luego orquestar. A partir de Varèse, se concibe la música como una organización de materiales sonoros, de timbres diferentes, de ritmos y dinámicas inseparables unas de otras. En ese sentido, la aproximación de las expresiones creativas precipita la radicalización del complot: música, arte pictórico, danza, teatro, literatura, fotografía, cinematografía, se constituyen en una oportunidad de alianzas y de compromisos artísticos compartidos. El poeta simbolista Mallarmé abre el fuego en su consagración del “Libro” como un “arte total”; e inscribe su obra como una experiencia metafísica susceptible de anular lo absurdo y la casualidad que confirman su existencia en la creación, transfigurando los objetos al plano espiritual. Se trata, según Mallarmé de “no pintar el objeto sino lo que él produce”. El escritor somete la forma del soneto a una sintaxis fuertemente elíptica, afinando al extremo los versos incisivos para alterarlos y así producir: “una palabra total, nueva, extraña al lenguaje, pero como un hechizo”. Mallarmé, revierte utilidad a las palabras dando relevo a su espesor etimológico, y acumulando los vocablos con propiedades sonoras, admitiendo emular la poesía con la música. El concepto de “work in progress”de James Joyce, poeta y novelista irlandés, es reconocido, y su adopción avanza en la literatura, aunque con mayor prudencia en el ámbito musical, pues pone en juego la definición de obra como “objeto” y la delimitación de sus fronteras. Los cambios sociales apuran también la relación jerárquica entre compositor, intérprete y el público. Con mucha razón, el músico Charles Ives, anunciaba finalmente que, “Las disonancias se van transformando en belleza”. En esas circunstancias, aparece el compositor norteamericano John Cage, quien releva el accionar creativo del interprete –fuera éste profesional o no, pero teniendo en cuenta sus aptitudes y sus facultades de imaginación- en un “proceso” de elaboración constante. El compositor, según Cage, se transforma en un catalizador de situaciones, y donde, de igual manera, la noción de derecho de propiedad es puesta en duda. El compositor no puede controlar el resultado de su obra, ni el impacto sobre el público. John Cage (19012-1992), se posiciona como uno de los compositores cuya búsqueda musical, a no dudar, favoreció de manera enriquecedora abrir nuevas sendas para las nuevas generaciones. Cage introduce la noción de “piano preparado”. Su invención consiste a introducir entre las cuerdas del piano, diferentes tipos de materiales de amortiguamiento acústico: alambre de plomo, corchos, pedazos de madera, de metal, de caucho con la intención de alterar la resonancia de las cuerdas. El piano preparado depone sin embargo una preocupación de refinamiento alternativo. Es verdad, manipular al interior del piano objetos y materiales diversos puede entenderse de manera formal como un gesto polémico –casi dadaísta- de denuncia al teclado bien afinado: el resultado sonoro parecería subversivo por su riqueza misma al quebrantar la monotonía de un timbre consagrado. Pero el piano de Cage asume su transformación obligatoria para convertirse en un instrumento exclusivamente percusivo; las “Sonatas”devoran las bodas del ruido y del silencio, se trata de de un fenómeno único, premonitorio, equivalente al convulsionado siglo XX. Admitir el ruido, reconocerlo con derecho a coexistir musicalmente es proyectar la figura de Varèse, en oposición a las músicas “organizadas”. Concebir que en la música cohabite el silencio como fenómeno musical es abrir un campo in-creíble, y hasta entonces in-explorado. En entrevistas realizadas por Daniel Charles (filósofo francés), a John Cage, entre 1968-1972; y respondiendo a una pregunta; el músico asintió lo siguiente: “Cuando me inicié a producir realmente la música, es decir; a componer en serio, fue precisamente por interesarme en los ruidos, por que los ruidos escapaban del poder; es decir a las leyes de la armonía y del contrapunto”. Según el músico Dieter Schnebel, en la obra del compositor norteamericano denota que, la plenitud sonora se muestra como una efervescencia explosiva, llegando a producir “un impacto liberador, como si la emancipación que realiza, contagia. Él, es el motor secreto de la evolución musical de los últimos tiempos”. Cage, compone unas 25 piezas para piano preparado, muchas de ellas destinadas a espectáculos coreográficos en su colaboración con Merce Cunningham. En 1938 inicia sus experimentaciones con “Bacchanale”; “Sonates en Interludes”, y en 1944, la creación para dos pianos a cuatro manos: “A Book of Music”. Y su “Concerto for piano and Orchestra” de 1958, que conmemora su 25 años de creación musical y que sus amigos se ocupan de organizar un gran concierto sobre las obras de Cage, en el Town Hall de Nueva York; obra memorable por haber producido un gran escándalo similar al escándalo de la Consagración de Stravisnky en París de 1914. Por el otro, no deberíamos olvidar “Variations” (1958-1966), donde Cage desarticula la división entre espacios de la escena y la sala, y cuyos instrumentistas se ubican dispersos al interior, e incluso fuera del edificio teatral. Las reglas de juego de Cage apuntan a dejar libremente los sonidos producir sus efectos, sin que éstos se vean determinados por la ecuación de sus particularidades y de organización por la composición. Una tal liberación consiste a impulsar la “apertura” a término, es decir hasta lo indeterminado, lo incierto de la composición. Cage no se contenta en dislocar el piano en la obra, sino de aflorar, de abrir, para transformar la arquitectura en un simple caledoscopio, liberando también al intérprete de toda responsabilidad en la organización del tiempo. Ella, la creación sonora de John Cage, se desdobla sobre un tiempo “olvidado”. El compositor se priva, en ese movimiento, la posibilidad de toda anticipación de lo que ocurriría; su labor concluye con la redacción de la partitura, pero esta partitura es producida de manera a no consentir ninguna referencia al espíritu de la obra, a la obra clásica que se sitúa como el más allá. En la dinámica artística de “happening” como fenómeno teatral, Cage instiga su posición con la inyección creativa de su música. En ese mismo sentido, debemos hacer notar que la propuesta creativa de Cage tiene incidencias en varias manifestaciones, -más allá de la música-, llevando a suscitar múltiples interpenetraciones en disciplinas del arte sin buscar un simple paralelismo entre las artes. Cage, es además autor de varios libros y ensayos, en cuyos textos se deslizan sus posiciones teóricas y su cosmovisión, bajo el tiro cruzado de modos de expresión poética, plástica, sonora, y referencias trans-culturales. Con justa razón, su maestro Arnold Schönberg opinaba de su alumno de ésta manera: “No es un compositor, es un genial inventor”. En esa mitad del siglo XX, ése es el momento en que viven las sociedades: relación de crisis y fragmentación profunda de la música contemporánea. Crisis entre la función del instrumento y la del compositor. En esos avances y retrocesos, el piano no termina de morir. Aparecen otros compositores con sus aproximaciones diferentes, con sus gustos y técnicas; cada uno, a su manera, hará del piano, el instrumento cómplice para empujar, lejos, las posibilidades sonoras en la composición de la nueva música, y donde el intérprete ya no es más un “reproductor” de órdenes dictados por el autor, sino que se convierte en un estrecho colaborador para el reconocimiento social de su arte. Entre lo viejo y lo nuevo, el signo convencional de notación musical arriba a un estado de des-composición, el cual fermenta para desencadenar una variada afloración de sistemas de escrituras musicales perfeccionadas por cada compositor, o incluso propagadas en cada obra. El piano en su máximo desarrollo técnico, sonoro, estético, histórico y cultural, cumplirá su rol y llegará a su apogeo en sus casi dos siglos de existencia. Podríamos decir que el piano, es el ordenador musical del siglo XIX. La extensión de su teclado entre registros graves y agudos suministra al compositor una exigente oportunidad musical de prosperar hacia inesperados horizontes sonoros. El corte radical en la notación musical lo inicia Earle Brown, compositor norteamericano que se relaciona con el pintor J. Pollock y el escultor A. Calder, entre los representantes de la vanguardia de su país, y de quienes adopta el procedimiento creativo del simbolismo visual de elementos lineales que se embrollan a formas confusas, animadas, las que se inscriben perdiendo a su vez visibilidad y autonomía. Con J. Pollock, el cuerpo del artista participa en el procedimiento y resultado artístico en función de la amplitud, de la violencia y la rapidez del gesto; las obras se constituyen como actos premeditados en la administración máxima de las virtualidades ofrecidas por el ejercicio del azar. Entre las creaciones realizadas por Brown para piano, podríamos destacar: “Tour Systems”, para uno o más pianos, o invariablemente para otros instrumentos; “Coorrobore” para tres, o dos pianos. ¿ Y, Por qué no recordar?: “Treinta y dos Estudios Australes” obra rebosante y vigorosa, iniciada en 1974 y finalizada en 1976, la que fuera compuesta especialmente para el pianista Grete Sultan.

Olivier Messiaen (1908-1992), es el músico que establece la conexión y coexistencia pacífica entre los músicos vanguardistas y la “nueva música” que prosigue su movimiento al término de la Segunda Guerra Mundial. No debemos subestimar a Messiaen, gran Maestro y Mentor de los más notables representantes de la vanguardia musical europea: P. Boulez, K. Stockausen, I. Xenakis; cada uno de ellos con sus propuestas diferenciadas; todos ellos alumnos de O. Messiaen. El músico francés es autor de una rica producción musical. Desarrolla un lenguaje muy personal, donde el piano se ubica como su instrumento favorito. El aspecto más característico de Messiaen es el uso liberado de la modalidad la que influye notablemente en su invención melódica y en la construcción de los acordes. La adopción de escalas y ritmos orientales, principalmente prestadas a la música indú; o modos muy diferentes a la tradición tonal, confiere a Messiaen un procedimiento que le permite definir un lenguaje muy personal. Si para Samuel Beckett, la India será la verdadera patria de sus “héroes”, para Messiaen, la India musical representa un mosaico de extrema seducción de lo más diverso y donde sus formas y expresiones se encuentran yuxtapuestos y cuyos períodos de la historia se sitúan en un presente conformando un gran zócalo museístico vivo de diversos tiempos de la humanidad. Messiaen se interesa en el estudio de los sistemas musicales de la música culta de la India del Norte la llamada industania y la karnática del Sur. Se ocupa muy particularmente de estudiar en profundidad los llamados, “raga”, escalas o modos musicales conformado por semitonos y por intervalos desiguales. En sus viajes y derroteros musicales por el Japón, la India, o por las campiñas francesas, el músico apura, por el otro, la expansión de la virtualidad sonora del piano, estudiando y llevando la notación minuciosa de las vocalizaciones de las aves. Messiaen se especializa en la ornitología, recorre varios países a la búsqueda de cantos de pájaros, y cuyas vocalizaciones rítmico-melódicas son elementos de creación, transponiendo dichos cantos más característicos de la avifauna para el piano y para otros instrumentos (“Oiseaux exotiques”, 1956). En el año1948 compone para piano y ondas Martenot: “Turangalila-Symphonie”. “El Despertar de los pájaros” (1953); “Le Merle noir” (1950) para piano y flauta; y el “Catalogue d’oiseaux” (1956-1958). Casi la mayoría de dichas obras interpretadas al piano por su alumna y posteriormente su mujer: Ivonne Loriot. Como lo señalábamos más arriba, Messiaen fue un Maestro ejemplar y de gran destreza pedagógica, donde su sabiduría musical la transmitía como fundamentada en la practicidad, rigurosidad y creatividad, adaptada de manera inteligente, sensible para cada caso y llevando muy en cuenta la experiencia y sobre todo la proyección personal de sus alumnos. Uno de ellos, merece aquí ponerlo en relieve es, Karlheiz Stockhausen, músico brillante, abierto a todas las culturas musicales, quien a utilizado el denominado “piano modulado”, en el cual el sonido del instrumento es elaborado por aparatos electrónicos durante la misma ejecución. En “Mantra” (1969-1970) para dos pianos transformados electrónicamente, Stockhausen, persigue la implicación mágica del auditor; anticipa una nueva técnica de extensión y de transformación en el momento en que es interpretada la obra. Su propuesta se fundamenta en un radicalismo sonoro experimental, sin renunciar a principios rigurosos de organización. En esa relación piano-compositor, y en la caldera de la historia contemporánea, aparece la figura de uno de nuestros preferidos, y muy poco reconocido: Colon Nacarrow, compositor totalmente original quien trabajó más de cincuenta años en el antiguo Tonoctitlan (México). Nace en Arkansas en USA. Estudia en Cincinati y en Boston, luego es trompetista de jazz. En 1937, participa en España en el movimiento de la Brigada Lincoln para luchar contra la dictadura fascista de Franco con los demás miembros de las Brigadas Internacionales. La obra musical de Nacarrow, es enteramente consagrada a estudios para piano mecánico.Entre ellas podríamos citar “Ampico” obra modificada y sincronizada, cuyos arpegios son erráticos y quebrados. La interpretación de dicha composición requiere una gran destreza y rapidez pues demanda la interpretación de más ¡175 notas por segundo!, y en contrapuntos vertiginosos.

Recostado bajo el piano, en este viaje imaginario de retumbos sonoros ejercido por mágicas manos, echadas al vuelo en el teclado, nos depara sólo una sorprendente interrogante: ¿Por qué será que nos fuera denegada la posibilidad de acceder a la fascinante literatura musical y al arte del piano occidental? Un presagio universal para un piano paraguayo deja intuir todavía una labor fecunda de aquellos brillantes músicos y de su rebeldía imaginaria