LA BATALLA DEL LIBRO
Entrevista exclusiva a Luís María Martínez, Presidente de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP), autor de una voluminosa y original compilación de “Poesía Social del Paraguay”
Entrevista realizada por Guillermo Sequera
¿Qué significado tiene la poesía?
LMM – La poesía es un medio de expresión que una persona asume y siente en materia de experiencia vivida en su mundo. El amor, el afecto, la realidad política y social que toda persona la vive de manera sensible, y que a través de esa experiencia esa persona siente la necesidad de expresarla en poesía.
¿Por qué son los jóvenes que perciben el ejercicio de la poesía como una manera imperiosa de decir, de expresarse?
LMM – Los jóvenes intuyen que la poesía es una manera de escapar de la mediocridad. La poesía para los jóvenes es un arma contra la mediocridad. Hay que ver en los primeros escritos, los primeros relatos poéticos de las expediciones de conquista; “El Dorado” se fabuló mucho en escrituras. Natalicio Talavera, poeta paraguayo utilizó la poesía como un instrumento de lucha. Poeta, relator, luchador por la soberanía paraguaya en la Guerra Grande; animador de las publicaciones de batalla como “Kabichu’i”, “Lambaré”, fue quien encausó la poesía como una arma de lucha. Talavera muere muy joven, a los treinta años en Paso Puku en 1867. Todo esto se dio a conocer recién en 1950, gracias a la Editorial Nizza. La Guerra de la Triple Alianza truncó el ejercicio de la poesía. Recién en la llamada generación del 900 aparece de nuevo la poesía como una necesidad.
En la generación del 900, todos eran jóvenes poetas, ¿es así?
LMM – En esos tiempos, la poesía se constituyó en un ariete de renacimiento poético. Gracias al aporte y la animación literaria de Victorino Abente, migrante español, al entorno de jóvenes entusiastas, aparece el deseo de poetizar. Fueron jóvenes de la talla de Cecilio Baez, Ignacio A. Pane, Juan Silvano Godoy, Juan E. O’Leary, jóvenes de menos de treinta años, ayudaron a través de la escritura, a elevar la moral de un país abatido. Todos ellos contribuyeron a poner de realce la moral patriótica del Paraguay. Todos ellos eran estudiantes del Colegio Nacional, quienes luego pasan a ser prestigiosos profesores. Es importante recordar que los profesores migrantes españoles, quienes logran entusiasmar a jóvenes paraguayos estudiantes al acto de la lectura y de la escritura creativa. Los periódicos del 900, como “La Prensa”, “El Suceso”, “La Verdad”, eran todas dirigidas por jóvenes, cuyas publicaciones se convertían en una oportunidad para publicar poesías.
Contexto en que aparece la imprenta de edición con fines comerciales, pero cumpliendo un importante papel de difusión literaria. ¿No?
LMM – En ese momento aparecen publicaciones notables como “Ocára Poty Cuemi”, dirigida por Felix Trujillo, y la imprenta de M.O.Guerrero, cuyas actividades comerciales les permitían un tiempo de actividad para hacer poesía. También en la imprenta Krapft se editan las primeras antologías de poesía paraguaya bajo la pluma y el cuidado de José Rodriguez Alcalá, vice-director del “Tiempo”, un joven periodista culto. La imprenta jugó un papel preponderante en publicitar a éstos jóvenes escritores.
¿Qué papel tuvo el humanista Rafael Barret en el Paraguay?
LMM – Rafael Barret fue el fundador de la literatura crítica. La poesía anterior a Barret, era más lírica. Con Barret se entiende claramente en que, la poesía, podría llegar a tener otra función. Rafael Barret fue un explorador, fue quien abrió el camino de la poesía social. Barret caló hondo en la poesía paraguaya. Uno de los precursores influenciado por Barret, fue Angel Ignacio González, a quién considero el primer poeta social. Poeta, por demás, anticlerical y de elocuente oratoria.
También, en ése tiempo de convulsión cultural, los cimientos de la joven poesía pareciera arrancar sobre dos grandes cauces poéticos. ¿Cuáles son?
LMM – Por un lado; el cauce generado en el entorno de la revista “Ocára Poty Cuemi”, con aquellos poetas populares que escribían en guaraní o en “jopara”; como Darío Gómez Serrato, Félix Fernández , Emiliano R. Fernández. Una poesía “trovadorezca”, donde el canto y la poesía eran fusionados. Además de constiruirse en un recurso formidable de difusión, de mucho mayor impácto que los textos editados en imprenta. Fijáte que, los hermanos de Agustín Pio Barrios “Mangoré”, fueron jóvenes cultores de la poesía. Por ejemplo, Hector L. Barrios (1845-1947), joven poeta que escribía tanto en guaraní como en español, impactado por la muerte de R. Barret en 1910 en Arcachón (Francia), dedica a éste último una poesía.
Por el otro; el segundo cauce de modalidad poética, era la poesía escrita en español, como un medio de universalidad. El guaraní, como soporte de producción y reproducción interna; y el español, como soporte de producción y reproducción amplificada. Otros pocos, en Paraguay, utilizaron el francés, el alemán, a través de publicaciones locales y de muy poca difusión. Lo notable es que ambos cauces, existen y cohabitan hasta hoy día como recursos poéticos, y cuya pugna se establece de manera enriquecedora. Aunque, por cuestiones socioculturales la poesía en guaraní adquiere una mayor presencia.
En tu introducción al libro “Poesía Social del Paraguay”, rememoras un pensamiento notable del poeta cubano y pensador latinoamericano, José Martí (1853-1895): “Es preciso tener los gérmenes en inspiración de la humanidad. El poeta ha de decir todos los suspiros, presenciar todas las agonías, sentir todos los goces, e inspirarse en las pasiones comunes a todos. Principalmente es preciso vivir entre los que sufren”.
LMM – José Martí es producto de la enorme pasión, de rebeldía y protesta que derramaba Latinoamérica; por eso sus escritos no perdieron el brillo y la genialidad. Martí convierte la poesía en un talón de hierro. La poesía social expresa las mejores aspiraciones de justicia, amplifica su espectro democrático. Eso subsiste para el país, y eso no va a cambiar ni ha cambiado. En esto, la práctica de la poesía social es un instrumento liberador de la personalidad soterrada. La poesía social como un grito que busca romper cadenas. Como en “Loca” de M.O.Guerrero, la poesía simboliza al alma poética aprisionada que quiere liberarse.
Tu libro, en eso, tiene una gran cualidad: el reconocimiento de la existencia de un pensamiento poético comprometido en el Paraguay. ¿Qué puedes decirnos al respecto?
LMM - Mi gran deseo es el de dar a conocer las principales voces de la poesía social paraguaya, que el poder siempre trató de acallar, trató de exiliar o de someterla a silencio. Esta publicación busca difundir la memoria olvidada. Es un esfuerzo de más de 20 años de paciente labor, de investigación y compilación de períodos que van del 1900 al 2005. Más de 100 años de existencia de poesía social. Es como mostrar ese canto polifónico, a varias voces, de varios estilos, voces de cólera y de justicia proclamada, donde se expone el talento de los creadores. Ahí, por ejemplo se destaca la gran poesía social de un Herib Campos Cervera, o la de Elvio Romero, expresiones máximas de la poesía social paraguaya.
¿Qué importancia le dieron los jóvenes estudiantes al conocer dicha publicación?
LMM – Los jóvenes, creo, fueron sorprendidos por la publicación. Poco sabían de la existencia de una poesía social paraguaya, lo que provocó en ellos una gran expectativa e interés. Se realizaron varios encuentros de lectura con jóvenes estudiantes, quienes comprendieron que también el Gran Arte puede ser considerado como un facilitador de protestas creativas. Fuera del país, la publicación sorprendió sobremanera el compromiso de poetas paraguayos con su sociedad.
Referencia: Luís María Martínez. “Poesía Social en el Paraguay. Criterio Ediciones, 2005. 738p.
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